El papa Francisco expresó este domingo su «profundo dolor» tras los atentados del viernes en París e insistió en que utilizar el nombre de Dios para justificar la violencia y el odio es «una blasfemia».
«Tanta barbarie nos deja consternados y nos hace preguntarnos cómo el corazón del hombre puede idear y realizar actos tan horribles, que han asolado no solamente a Francia sino al mundo entero», dijo durante la oración del ángelus en la plaza de San Pedro del Vaticano.
«Ante tales hechos, no se puede no condenar la incalificable afrenta a la dignidad de la persona humana», agregó el papa Francisco.
«Deseo volver a afirmar con vigor que el camino de la violencia y del odio no resuelve los problemas de la humanidad y que utilizar el nombre de Dios para justificar este camino ¡es una blasfemia!», afirmó, suscitando una calurosa ovación de los numerosos asistentes.
El pontífice argentino rogó por que nazcan «en los corazones de todos pensamientos de sabiduría y propósitos de paz» y pidió a los fieles que se recogieran con él en unos instantes de silencio.
El Papa reiteró, como había hecho el sábado al conocer la noticia de los atentados en París, sus condolencias «al presidente de la República Francesa y a todos los ciudadanos».
«Soy especialmente cercano a los familiares de cuantos han perdido la vida y a los heridos», agregó.
El Papa aludió a los atentados de París después de comentar el Evangelio de este domingo, que recuerda las palabras de Jesús sobre los «últimos acontecimientos de la historia humana» y se refirió a las «guerras, hambrunas y catástrofes cósmicas» mencionadas en aquella ocasión.
«El problema no es el ‘cuándo’ sucederán los signos premonitorios de los últimos tiempos, sino el estar preparados. Y no se trata tampoco de saber ‘cómo’ ocurrirán esas cosas, sino ‘cómo’ debemos comportarnos mientras las esperamos», dijo el pontífice.