Hollande declara la guerra contra el Estado Islámico

“Francia será implacable con los bárbaros” del Estado Islámico (EI), advirtió ayer el presidente francés François Hollande, al declarar la guerra a la organización terrorista que se atribuyó los atentados del viernes en esta capital, realizados, según dijo el procurador François Molins, por tres grupos que operaron de manera coordinada y evocando en cada uno de sus actos de barbarie a Irak y Siria, los países donde las fuerzas galas participan en las operaciones contra los yihadistas. “Es un acto de guerra que fue preparado, organizado o planeado desde fuera y con implicación de dentro del país”, subrayó Hollande, quien tras declarar tres días de luto nacional aseguró que su gobierno tomará “medidas extraordinarias” y ganará “esta guerra”. El país se mantiene en estado de alerta, con cierre de fronteras y el despliegue de por lo menos mil 500 efectivos adicionales para garantizar la seguridad.

El cierre fronterizo no es total. Por ejemplo, la conexión de tren rápido entre París y Londres operó de manera habitual, igual que los servicios de ferry entre Dover, Calais y Dunkerque, en el Mar del Norte.

“Sí, estamos en guerra” con el EI, coincidió el premier galo Manuel Valls, quien subrayó que el país debe estar preparado para otras “réplicas” terroristas.

Según las autoridades, al menos ocho extremistas participaron en los atentados en París; siete murieron en ataques suicidas, mientras que el otro fue abatido por la policía.

Estaban armados con rifles Kalashnikov y bombas domésticas a base de peróxido de acetona, una sustancia altamente explosiva. “Tenían como objetivo causar el mayor número de víctimas posible”, sostuvo Molins.

Hasta el momento, el balance de los ataques es de 129 muertos y 352 heridos, de los cuales 99 están en estado delicado. Molins confirmó que fueron seis los blancos atacados, en su mayoría en los distritos 10 y 11 de París. Se trata del restaurante Le Petit Cambodge, el local Belle Équipe, el bar Le Carillon, el Boluevard Fontaine y la sala de espectáculos Bataclan, donde se registró el peor de los ataques, con saldo de por lo menos 89 muertos.

Además, se registraron tres explosiones afuera del Stade de France, el estadio nacional galo. Ayer se informó que al menos uno de los atacantes intentó ingresar al lugar donde se jugaba un partido amistoso de futbol entre Francia y Alemania, al que asistió el propio Hollande, quien tuvo que ser desalojado. La policía se lo impidió y fue entonces cuando ocurrieron las explosiones, por lo que no se descarta que la intención haya sido atacar al interior del recinto.

Uno de los responsables de la oleada de atentados ha sido plenamente identificado. Se trata de un sujeto de 29 años nacido en Francia y fichado por la policía entre 2004 y 2010 por radicalización, aunque nunca estuvo tras las rejas. La procuraduría afirmó que familiares del agresor fueron detenidos para ser interrogados. Medios franceses aseguraron que se trata del padre y un hermano del agresor.

Además, se encontró un pasaporte sirio en la proximidad del cadáver de uno de los suicidas de Saint Denis, y otro pasaporte egipcio, pero las autoridades no han confirmado si estos documentos pertenecían a los kamikazes. Lo que sí confirmaron funcionarios de Grecia es que el pasaporte sirio revelaba que el propietario llegó a la isla griega de Leros el 3 de octubre. Se trata de uno de los lugares adonde llegan decenas de miles de personas que huyen de la guerra y la pobreza en Siria y otras partes, en su camino a otros países de la Unión Europea (UE).

Las investigaciones también establecieron la conexión con Bélgica, un país que suele ser usado como guarida de células fundamentalistas, debido a su numerosa población musulmana y donde ayer fueron detenidos tres individuos, uno de ellos de origen francés y supuestamente responsable de haber alquilado el coche con el cual los terroristas llegaron hasta el Bataclan. Algunos medios franceses hablaban de hasta cinco detenidos. El Departamento de Justicia de Estados Unidos, junto con el FBI y otras agencias, dijeron que colaboran con las autoridades francesas para obtener información sobre los ataques.

En internet comenzó a circular un comunicado supuestamente del EI—información que no ha podido ser verificada— atribuyéndose la autoría de los atentados. “Ocho hermanos ataviados con cinturones explosivos y ametralladoras atacaron objetivos seleccionados con precisión en el corazón de la capital francesa”, señaló el comunicado, según el cual, “estos ataques son sólo las primeras gotas de lluvia y una advertencia”.

Hoy está prevista una reunión de Hollande con los líderes de las principales fuerzas políticas del país en medio de reclamos por parte de los grupos conservadores para que endurezca las políticas de seguridad. “Francia y los franceses ya no están seguros”, dijo la presidenta del partido ultraderechista Frente Nacional (FN), Marine Le Pen.

Homenajes. Desafiando los llamados de las autoridades para que los ciudadanos permanecieran en casa, miles de parisinos se reunieron en la Plaza de la República para una vigilia improvisada y en las proximidades de los sitios atacados —resguardados por perímetros de seguridad—, para depositar flores, veladoras y mensajes de esperanza. “Nunca más se repetirá”, “Paz para París” y “Siempre los llevaremos en nuestra memoria”, eran algunos de los textos que se leían entre los ramos de flores.

Rodeados por oficiales que custodiaban las zonas, uno de los puntos más visitados era ayer la sala de conciertos Bataclan. “Es un lugar muy animado y concurrido por jóvenes. Tiene una sala de conciertos con capacidad para más de mil 500 personas. Lo que ocurrió allí debió ser una pesadilla”, dijo Ana Cecilia Hornedo, originaria de Aguascalientes y residente desde hace 18 años en este barrio, a un Diario de circulación nacional.  “El este de París es una zona de convivencia multiétnica, no es coincidencia que los fanáticos eligieran este lugar”, añadió