La cumbre de jefes de Estado y Gobierno del G20, el grupo de países industrializados y emergentes, comenzó hoy con un minuto de silencio en memoria de las víctimas de los recientes atentados en París y en Ankara.
En esos ataques, cometidos supuestamente por seguidores del grupo yihadista Estado Islámico, murieron 102 personas en la capital turca el pasado 10 de octubre, mientras que este pasado viernes fallecieron 129 personas en la capital francesa.
En su discurso de inauguración, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, adelantó que los líderes del G20 debatirán sobre respuestas al terrorismo y a la reciente crisis de los refugiados.
Este triste incidente (del viernes) nos muestra que no podemos ignorar la relación entre la economía y la política. El principal interés del G20, la economía, no está al margen de la vida social, política y humana», señaló Erdogan.
En cuanto a la crisis migratoria, el presidente turco dijo que está «alcanzando una dimensión internacional a la que desafortunadamente no se le está dando una buena revisión».
Espero que esta cumbre del G20 sea un punto histórico para la lucha contra el terrorismo y la crisis de los refugiados», aseveró Erdogan.
El mundo tiene sus expectativas puestas en nosotros», agregó.
En cuanto a la evolución económica mundial, el presidente turco reconoció que, a pesar de los esfuerzos, el mundo aún está lejos de una economía fuerte.
Destacó que existen «nuevos riesgos» para la economía del mundo debido a las tensiones políticas en algunas regiones.
Y solo si las estrategias pactadas en la última cumbre del G20 en Australia el año pasado se implementan a tiempo, se podrá agregar esos 2 puntos porcentuales de crecimiento a la economía mundial, advirtió Erdogan.
Los líderes internacionales se reúnen entre hoy y mañana en Antalya, en el sur de Turquía, en una cumbre ensombrecida por los atentados de París y en medio de la crisis de los refugiados.
Todos los pesos pesados del G20 y de la política internacional están en Turquía, con excepción del presidente francés, Francois Hollande, quien ha suspendido su participación por los ataques del pasado viernes.
REDOBLAR LUCHA CONTRA ISIS
El presidente Barack Obama se comprometió el domingo a redoblar los esfuerzos de Estados Unidos para eliminar al grupo Estado Islámico y poner fin a la guerra civil en Siria que ha alimentado su ascenso, mientras los líderes mundiales se esforzaban por ofrecer propuestas concretas de cómo intensificar la lucha contra esa organización grupo extremista a la luz de la ola de terror que causó en París el viernes.
Al inaugurar una cumbre de dos días con líderes mundiales en Turquía, Obama prometió la solidaridad norteamericana con Francia en los intentos por capturar a los perpetradores de los atentados y llevarlos ante la justicia.
Dijo que «los cielos se han oscurecido» por los ataques en París, pero no ofreció detalles sobre lo que Estados Unidos y sus socios de la coalición pudieran hacer para incrementar su ofensiva contra el Estado Islámico.
Las muertes de civiles inocentes, con base en una ideología tergiversada, son un ataque no solamente contra Francia, no solamente contra Turquía, sino un ataque contra el mundo civilizado», dijo Obama tras reunirse con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.
La amenaza del Estado Islámico y la guerra civil siria dominaban el temario de la cumbre en Antalya.
Aunque las dos crisis estaban ya en los planes de los debates, fueron empujadas al centro por los ataques coordinados que mataron a 129 personas e hirieron a centenares el viernes en la capital francesa. Se trató del ataque más destructivo contra Occidente atribuido al grupo extremista.
AMENAZA CONSTANTE
En un nuevo recordatorio de la capacidad del Estado Islámico para causar caos, cinco policías turcos fueron heridos el domingo cuando un atacante suicida hizo detonar sus explosivos durante una redada policial en un presunto escondite del grupo cerca de la frontera con Siria.
Las fuerzas de seguridad turcas también detuvieron a 20 presuntos militantes del Estado Islámico en Antalya y sus alrededores, en los días previos a la cumbre del G20.
Más allá de las condenas internacionales contra el grupo extremista, los líderes del G20 tendrían que hacer propuestas nuevas y concretas para intensificar su lucha tras los atentados de París.
El líder de la Unión Europea, Donald Tusk, pidió a los líderes del G20 que demuestren «determinación total» contra el terrorismo e instó a la cooperación para prevenir que esta organización obtenga financiación: un paso que varias naciones ya han estado llevando a cabo desde hace más de un año.