Trasplante de córnea por capas

Si sólo tengo una capa dañada, por qué debo trasplantarme todas? Esto es lo que debieron pensar los investigadores a la hora de desarrollar la queratoplastia laminar o lo que es lo mismo, la queratoplastia selectiva.
Efectivamente, la córnea está formada por nada más y nada menos que cinco capas.
Mientras hace unos años la persona que presentaba este tejido dañado debía someterse a un trasplante completo, lo que se conoce como queratoplastia penetrante, ahora ya es posible trasplantarse únicamente la capa que tiene dañada. Y ello, como era de esperar, no ha tardado en ofrecer ventajas.
Entre otras, esta técnica permite reducir en gran medida el porcentaje de rechazo y el tiempo de recuperación. “Mientras que con la convencional queratoplastia penetrante la persona intervenida tardaba entre uno y dos años en recuperar la visión, con la queratoplastia selectiva la recuperación visual se produce entre el primer y el tercer mes”, afirma Juan Álvarez de Toledo, cirujano del Centro de Oftalmología Barraquer. España es uno de los países europeos donde mayor número de trasplantes de córnea se realizan y un 35- 40% de éstos se llevan a cabo en Cataluña.
A pesar de ello, el único problema que presenta la queratoplastia laminar, añade el oftalmólogo, “es la falta de donantes”.
El tiempo medio de espera para someterse a un trasplante depende de cada centro, en el hospital Clínic de Barcelona, por ejemplo, oscila entre los seis y doce meses.
Existen tres tipos fundamentales de queratoplastias laminares:la queratoplastia laminar anterior superficial, la queratoplastia laminar anterior profunda y la queratoplastia endotelial. Cada técnica va asociada a la capa que se encuentra dañada.
El tejido más abundante de la córnea es el estroma corneal, que constituye un 85% de su grosor y es responsable de la transparencia y de su resistencia estructural.
Por delante de éste se encuentra el epitelio corneal anterior (10%). Esta capa se va regenerando constantemente y actúa sobre todo como principal protector del medio exterior.
El endotelio corneal, que está situado en la cara posterior del la córnea y representa un 5% del grosor, por el contrario, no tiene esa capacidad regenerativa.
La cirugía de catarata con ultrasonidos es la principal causa por la que se suele dañar. “Debido a su incapacidad para regenerarse es una de las capas que mayor interés ha comportado tradicionalmente; no obstante, con la queratoplastia laminar el porcentaje de rechazos endoteliales es mínimo, de alrededor del 1%”, explica el especialista Álvarez de Toledo.
Porcentaje muy inferior al que presenta la convencional penetrante.
La incidencia de rechazos en ésta se sitúa entre un 10-15% en los casos de buen pronóstico, y en un 50% en los casos de alto riesgo. La córnea, al no tener arterias y venas, no cicatriza bien nunca. Con esta nueva técnica, sin embargo, la integridad estructural del ojo es prácticamente la misma y al no haber puntos no se genera astigmatismo.
Asimismo, la queratoplastia laminar anterior permite aprovechar más el tejido.
“Ya no es necesario que el donante tenga la totalidad de la córnea perfecta, ahora pueden utilizarse córneas con la capa endotelial dañada e incluso se puede utilizar una misma córnea para dos operaciones.
Una lamina serviría para un trasplante anterior y otra lamina para un trasplante posterior”, apunta el especialista de Toledo.