David Nanes Schnitzer, quien como presidente de Grupo Stanford México defraudó a miles de inversionistas mexicanos por más de 15 años, fue detenido en Belice, tras intentar el ingreso a ese país con documentos falsos de identidad.
Mediante notas diplomáticas, el gobierno mexicano solicitó ya su extradición, a fin de que sea juzgado en territorio nacional, donde se mantiene vigente una orden de aprehensión por diversos delitos bancarios previstos y sancionados en la Ley de Instituciones de Crédito.
“Ha sido una batalla de muchos años contra la corrupción, el arresto de Nanes revive la esperanza de que se haga justicia y se resarzan daños a los burlados”, dijo a Crónica Alberto Woolrich, uno de los abogados más importantes que han atendido casos de este fraude.
En la aprehensión participó el Servicio de Alguaciles de Estados Unidos e Interpol, esta última instancia inició la búsqueda internacional desde mediados de 2011, a través de la emisión de una ficha roja, a petición de la Procuraduría General de la República (PGR).
SEIS AÑOS DE FUGA. Las prácticas de Nanes quedaron al descubierto en febrero de 2009, cuando la Securities and Exchange Comission de EU presentó una demanda por fraude contra Stanford Financial Group del multimillonario texano Allen Stanford —hoy sentenciado a 110 años de cárcel en la Unión Americana— y una corte del norte de Texas ordenó asegurar todos los activos de la empresa y congelar las cuentas de los clientes.
Las operaciones irregulares alcanzaron países como Colombia, Venezuela, Panamá, Aruba, Perú, Suiza, Ecuador, Antigua, Estados Unidos y México.
Según el despacho Castillo Snyder, de Texas, fueron tres mil 500 los mexicanos defraudados al invertir en paraísos fiscales, entre empresarios, ganaderos, políticos, profesionistas y comerciantes.
Más del 60 por ciento de los inversores no firmó contratos, sólo certificados de depósitos en copias; alrededor del 25 por ciento esté integrado por personas mayores a los 65 años.
Conforme a los registros de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Nanes captó de manera ilegal entre 700 y 900 millones de pesos.
La orden de captura fue librada el 14 de julio de 2011 por el Juez Décimo Cuarto de Distrito en Procesos Penales del DF, Mario Ariel Acevedo Cedillo, quien argumentó que Nanes promovió en México operaciones con fondos de inversión rechazados por la Secretaría de Hacienda y la CNBV, e incluso había forzado a las personas a realizar inversiones de alto riesgo.
Se le consideró probable responsable de ilícitos contemplados en los artículos 103 y 111 de la Ley de Instituciones de Crédito.
El 103 prohíbe a personas físicas o morales “captar directa o indirectamente recursos del público en territorio nacional, mediante la celebración de operaciones de depósito, préstamo, crédito, mutuo o cualquier otro acto causante de pasivo directo o contingente, quedando obligado a cubrir el principal y, en su caso, los accesorios financieros de los recursos captados”.
El mismo juez Acevedo había pedido su aprehensión por primera vez en abril de 2009, aunque no se pudo concretar porque Nanes huyó del país.
CORRUPTELAS. Desde mediados de 2011, Crónica reveló anomalías en torno al caso. Documentó que jueces y secretarios de juzgado obstaculizaron procesos en contra del estafador, como Álvaro Tovilla León, titular del Juzgado Noveno de Distrito en Materia Administrativa del DF y su secretario de acuerdos, Esiquio Martínez.
La PGR tuvo que confirmar vínculos entre Nanes y Julio Alejandro Oliva Saldaña, ex fiscal de delitos financieros de la propia dependencia. De acuerdo con el expediente, Oliva (prófugo de la justicia) frenó o distorsionó las investigaciones.
Nanes inició la “captación irregular” de inversiones mexicanas en 1993, pero a principios de 1996 un reporte de Jorge Nicolín Fischer, entonces vicepresidente de Supervisión Especializada de la CNBV y quien luego llegó a ser contralor del Banco de México, alertaba ya sobre su modus operandi al promover “inversiones de alto riesgo en paraísos fiscales del Caribe y Asia”.
Sin embargo, el entonces presidente de la Comisión, Eduardo Fernández García, decidió reservar la información y no dar parte ni a la Procuraduría Fiscal de la Federación ni a la PGR. Poco después sería procesado por violación al secreto bancario y ejercicio indebido del servicio público, y también investigado por lavado de dinero.
El recuento de daños incluye suicidios, familias desintegradas, ancianos enfermos y viudas en depresión irreversible.
“Nanes traía avión privado; se daba vida de príncipe comprando cuadrillas de caballos y presumiéndolos en competencias VIP de equitación, utilizaba el despilfarro para seducir mujeres, en especial viudas”, describe Klinckwort, cuyas cuentas eran administradas de manera personal por el ahora detenido.
Hay temor de que Nanes sea liberado, por sus contactos en Belice, y porque su defensa es encabezada por los abogados Barrow, familiares del primer ministro de aquel país: Dean Oliver Barrow.