Es necesario que se impulsen políticas públicas tendientes a disminuir la violencia entre los jóvenes en México, dados los altos niveles de incidencia de actos de violencia y la vinculación de la juventud con grupos criminales, además de acciones concretas que los reduzcan en un corto plazo.
Opinó el maestro Emilio Daniel Cunjama López, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales, quien impartió la conferencia: Juventud, transgresión y violencia a los alumnos de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. En entrevista, el especialista dio a conocer que hoy en día, el país cuenta con el Programa Nacional de la Prevención Social de la Violencia y el Delito, que nace en 2013, y tienen entre sus objetivos, atender los problemas de la juventud, por lo no obstante dijo que es prematuro querer ver los efectos reales de forma inmediata; “al hablar de prevención social, se debe tomar en cuenta la disminución de los factores de riego, por lo que los efectos deben esperarse a mediano y largo plazo”, acotó.
En este sentido el maestro Cunjama López comentó que anteriormente la fórmula que se llevaba a cabo a fin de reducir la violencia entre los jóvenes era precaria, ya que necesitaba ser observada, atacada y atendida desde la parte estructural, tomando en cuenta la reducción de la violencia y la criminalidad. Asimismo detalló que el Instituto Nacional de Ciencias Penales ha propuesto generar una política criminal alternativa de tres vías, en las cuales se pueda tener una vinculación con actividades individuales y micro, con y para los jóvenes, pero basadas en políticas estructurales, es decir que tomen en cuenta las necesidades de todos los jóvenes, es decir educación superior y media superior, que tengan una vinculación con el trabajo, un buen salario, y que sean competitivos.
Pero dada la situación del país, dijo que se necesitan acciones a corto plazo para poder atender las necesidades de la juventud, políticas transversales que sean elaboradas desde los jóvenes para los jóvenes y no sólo desde los que generan la política nacional, estatal o municipal; dijo que esta tendencia de incluir la participación juvenil en políticas de seguridad se ha dado en todo el mundo de forma exitosa, en países como Brasil, Chile, Colombia, Canadá.
Durante su ponencia expuso el tema: juventud en riesgo vinculado a la política criminal, relacionada principalmente con la prevención del delito, un tema de gran importancia para el rumbo del país pues hoy en día se encuentra en un clima complicado en materia de seguridad, aseguró. También abordó cuáles son las características y factores que incentivan a los jóvenes a integrarse a actividades violentas o grupos delictivos, lo que los pone en riesgo de morir o quedar encarcelados; además se expuso la creación del índice mexicano de jóvenes en riesgo.
En este último comentó que surge de una investigación en el Instituto Nacional De Ciencias Penales (INACIPE), y comentó que contendrá las estadísticas que apuntan a cuáles son los estados del país que tienen un mayor índice de riesgo de que sus jóvenes se vinculen con la delincuencia y la violencia. Así como las estrategias de la prevención del delito que se han abordado en el país, las cuales son las acciones que se deberán retomar para poder llegar de forma adecuada a la juventud y pode incidir efectivamente, además de un indicador de las situaciones sociales y económicas que provocan que el joven se encuentre en riesgo de formar parte de los círculos de violencia.