El consumo de tabaco y la exposición a su humo son considerados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la primera causa de muerte prevenible en el mundo. El hábito de fumar es factor de riesgo para enfermedades como cáncer de pulmón, laringe, riñón, vejiga, colon, cavidad oral y esófago; leucemia, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), cardiopatía isquémica, infertilidad, aborto, parto prematuro, defectos de nacimiento, entre otras afecciones. Estimaciones de la OMS indican que poco más de mil millones de individuos tienen el hábito de fumar, lo que causa la muerte prematura de aproximadamente 6 millones de personas, así como pérdidas económicas de millones de dólares.
