Con dos terceras partes del pleno de magistrados (79 integrantes), el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF) eligió ayer a Edgar Elías Azar como presidente de este órgano judicial para el periodo 2016-2018.
Con una votación de 60 sufragios a su favor, 17 que favorecieron a su contrincante, Rafael Guerra Álvarez, una abstención y una inasistencia, a las 11:44 horas se decretó electo a Elías Azar como titular del TSJDF.
El proceso de elección fue encabezado por el magistrado decano del pleno Sabino Mario Huitrón Heredia, integrante de la cuarta sala penal del TSJDF.
El acto protocolario inició con la toma de lista de 78 magistrados y se informó de la falta, con aviso, de la magistrada Bárbara Alejandra Aguilar Morales.
La votación arrancó a las 10:50 horas, cuando fueron llamados por orden alfabético cada uno de los magistrados. Ahí, Huitrón Heredia dijo que se requerían 40 votos para decretar al ganador por mayoría.
A las 11:36 horas, Elías Azar alcanzó esa cifra. A las 11:40 fueron contabilizados los votos a su favor.
“Son 60 votos a favor del magistrado Edgar Elías Azar, 17 a favor del magistrado Rafael Guerra, una abstención y un voto nulo”, dijo la secretaria de Acuerdos.
Huitrón Heredia oficializó el cargo: “En virtud de que se cumple con la mayoría de votos establecida por la ley, se declara electo como presidente del Tribunal Superior de Justicia del Consejo de la Judicatura del Distrito Federal al señor Magistrado Edgar Elías Azar por el periodo comprendido de enero de 2016 a diciembre de 2018”.
Guerra Álvarez calificó de “limpia” la contienda luego de conocer los resultados.
Cercado por colaboradores para impedir dar entrevistas a los medios, el magistrado que obtuvo 17 votos reiteró que la contienda fue honesta.
“Claro, fue una contienda totalmente honesta, y lo principal es que el pleno del tribunal resolvió y salir fortalecido”, dijo Guerra Álvarez en una rápida entrevista.
Elías Azar planteó, durante el proceso de elección, un plan de trabajo con siete objetivos, entre los que destacan modernizar la justicia cotidiana a través de modelos de gestión judicial y la aplicación de la oralidad en todas las materias.
Contar con una administración efectiva y dirigida al cumplimiento del gobierno abierto y cero tolerancia a la corrupción y una eficiente rendición de cuentas, además de impulsar la creación de una escuela judicial que sirva de claustro docente y base de la transformación de la carrera en esta materia.
Así como modernizar los espacios para la oralidad y mantenimiento de la concentración de la Ciudad Judicial y aplicación del uso de tecnologías para hacer más eficiente la labor jurisdiccional y de acceso a los justiciables.