Llega el invierno y la gripe también

Los virus que inducen la gripe pertenecen a la familia Ortomyxoviridae, que provocan infecciones después de entrar al organismo por nariz o boca, y dañan garganta y pulmones. Se contagia por las secreciones de esas vías o mediante las gotitas expulsadas en tos y estornudos, aunque también puede infectarse por el contacto de mano en mano.
La adaptación del cuerpo humano al ciclo invernal le exige mayor gasto de energía, de forma que mantenga su temperatura dentro de los rangos habituales (entre 36.5 y 37.5°C). El que así suceda implica que ciertas funciones del organismo se descuiden un poco, como las realizadas por el sistema inmunológico, que tiene como objetivo evitar enfermedades. En consecuencia, somos más vulnerables a que virus y bacterias se hospeden en nuestro cuerpo.
Quienes son habitantes de la Ciudad de México deben extremar precauciones, ya que su sistema respiratorio vive permanentemente disminuido por las condiciones de esta gran urbe, nos referimos a altura, humedad y los altos índices de contaminación que afectan notablemente. Es por ello que la gripe manifiesta mayor número de casos en esta población en referencia al resto del país, siendo los principales afectados niños y ancianos, posteriormente adultos. Todos hemos sufrido gripe, pero no está de más recordar que cuando el virus entra al organismo y empieza a reproducirse (entre 4 y 6 días) se experimentan escalofríos, malestar general, vértigo, dolor de cabeza, ojos llorosos, dolores musculares y fiebre.