Suicidio de un ser querido; cómo sobrellevarlo

La muerte de un familiar, pareja o amigo cercano suele ser una idea difícil de aceptar; sin embargo, cuando la pérdida es a partir de un suicidio, el dolor puede convertirse en una de las experiencias más duras y casi insoportables, pues los sobrevivientes buscan explicaciones y culpables. Algo similar parece haber vivido el famoso actor estadounidense Jim Carrey ante la muerte de Cathriona White, la joven que hasta días antes había sido su novia, y cuyo cuerpo fue hallado sin vida en su casa de Los Angeles, California (Estados Unidos).
Desde el principio, las autoridades manejaron la hipótesis de que se trató de un suicidio a causa de una sobredosis de medicamentos, por lo que el duelo de Jim Carrey de inmediato atrajo la atención de los medios, no solamente por su evidente dolor, sino porque los fármacos (contra insomnio, ansiedad y dolor) que la mujer de 28 años tomó para acabar con su vida pertenecían a Carrey, según declaraciones de personas allegadas al caso.
Además del difícil duelo por suicidio, algunos medios se centraron en la necesidad de buscar orientación sobre cómo superar la culpa después de un suicidio, lo que para Jim o cualquier otra persona en su situación, es clave para seguir adelante sin ver afectada su salud mental.
Cómo superar el suicidio de un ser querido
El suicidio de la exnovia de Jim Carrey permitió centrar la atención en la importancia de recibir apoyo para afrontar experiencias tan difíciles, pues la ayuda para superar el duelo hace posible manejar la pérdida, entenderla y transitar por ella evitando la aparición de mayores daños emocionales e, incluso, físicos (lo que expertos definen como duelo patológico).
Por tanto, especialistas recomiendan ciertas pautas que facilitan a los familiares y amigos afrontar el suicidio de un ser querido:
Acompañar a los dolientes en tareas importantes. Quien busca cómo ayudar a la familia de un suicida debe saber que compartir la pena, participar en ritos funerarios (Jim Carrey, por ejemplo, cargó el ataúd de Cathriona White durante el funeral), hablar de la forma en que se produjo la muerte, o comprender y respetar la expresión de sentimientos complejos, puede facilitar el paso por tan difícil trance.
Reconocer que el suicidio estuvo relacionado con una enfermedad.
Es preciso comprender que la decisión de quitarse la vida está relacionada con una enfermedad del suicida, y no con los errores en los que los sobrevivientes pudieron incurrir. Evitar que alguien imite la conducta. Uno de los efectos del suicidio en la familia es el riesgo de imitación. En otras palabras, explicar la muerte por suicidio como síntoma de algún trastorno mental puede disminuir la posibilidad de que se repita, mecanismo que suele inducir a algún otro miembro de la familia a seguir el mismo camino.
Ayudar a vencer los mecanismos de negación. Expertos recomiendan utilizar términos directos como «muerte», «morir», «enterrar» o «suicidio», en vez de sustituirlos con frases menos directas como «el que se fue», «la que ya no está». Usar expresiones claras, aseguran, sirve para señalar que se es capaz de hablar con naturalidad del tema, por más doloroso que resulte, y permite manejar mejor las emociones para superar el duelo.
Facilitar la expresión de sentimientos.
Una medida saludable es permitir a los dolientes expresar su dolor estimulando la comunicación, sobre todo, en aquellos familiares que intentan mantener excesivo control de sus emociones.
Manejar el sentimiento de culpabilidad en la familia después de un suicidio. Después del fallecimiento de un ser querido, la culpa suele ser habitual y aumenta especialmente cuando alguien se quita la vida.
Expertos sugieren vivir como algo natural el hecho de preguntarse qué se hizo mal o qué se dejó de hacer bien; no obstante, los sobrevivientes deben reconocer que aunque el suicidio se produjo en determinado momento, pudo suceder antes y si no ocurrió así pudo ser por las muestras de cariño o los cuidados que familiares o amigos brindaron.
Entender que no es fácil evitar el suicidio.
La familia debe entender que el ser humano es libre de decidir qué hace con su vida, y aunque puede haber señales de suicidio, finalmente nadie puede hacerse responsable de la vida de otra persona (sobre todo si es una mujer adulta de 28 años, como Cathriona White).
Priorizar el duelo. En las terapias con familias que enfrentan la pérdida de un ser querido es importante ayudarles a establecer una «jerarquía» de dolientes, es decir, atender especialmente a aquellos que requieren mayor apoyo emocional: padre, madre, hijos o pareja del suicida, antes que al resto de los parientes.
Prevención del suicidio
Reconocer y tratar los signos y advertencias que manifiestan las personas que intentarán quitarse la vida ayudaría a prevenir el suicidio.