¿Por qué somos inteligentes?

Así como las diversas ciencias no encuentran una definición universal para el concepto de inteligencia, tampoco han ubicado —particularmente la Medicina— un lugar dónde localizarla. En el intento por “encontrarla”, la Neurología ha hecho aportes fundamentales, pues es la responsable de explicar el funcionamiento del sistema nervioso, del cual el cerebro es parte esencial.
Para esta disciplina médica la inteligencia es la integración de las denominadas funciones cerebrales superiores, “que son una serie de características que hacen diferente al ser humano de otras especies”, indica en entrevista para saludymedicinas.com.mx la Dra. Lilia Núñez Orozco, jefa del servicio de Neurología del Hospital 20 de Noviembre del ISSSTE, en la Ciudad de México “Algunos animales cumplirán con varias de estas funciones, pero nunca tendrán un sistema tan complejo como el humano”.
Todo parte del nacimiento
De manera natural cada persona nace con una dotación de inteligencia, que de encontrar circunstancias favorables para su desarrollo, más los estímulos pertinentes, se incrementará paulatinamente. De manera que si un sujeto nace con una cantidad adecuada, se nutre de manera idónea y tiene los estímulos oportunos, es decir, una instrucción académica eficaz, podrá decirse que explotará todo el potencial para ser un individuo inteligente. Por el contrario, si alguno de lo factores no se cumple del todo, la capacidad que el cerebro nos ofrece se verá limitada.
Es claro que algunas personas nacen con una dotación reducida, ya sea por cuestión hereditaria, problemas al momento del parto (por ejemplo, falta de oxígeno), de salud a temprana edad (como meningitis, que es la inflamación de las membranas en torno al cerebro), anomalías que resultan suficientes para que no se logre alcanzar gran potencial de inteligencia, razón por la que serán reconocidos como personas con retraso mental.