Luego de aplicar un par de «llaves» al británico Lewis Hamilton en la Arena México, Místico apareció en el GP de México como invitado de honor de la escudería Toro Rosso y aplicó otras técnicas desde «la tercera cuerda» del Autódromo Hnos. Rodríguez.
El luchador mexicano fue invitado a observar desde el garage de la filial de Red Bull Racing el regreso del máximo serial del automovilismo a México, luego de 23 años de ausencia.
Antes de la carrera, el integrante del «pancracio» mexicano conoció a los pilotos Carlos Sainz (España) y Max Verstappen (Holanda), con quienes convivió y felicitó por su labor como pilotos de F1.
Místico asistió por la mañana a un desayuno con varios deportistas patrocinados por una bebida energética y, posteriormente, se dirigieron al «Paddock» del Autódromo Hnos. Rodríguez donde convivió con otras personalidades.