Un grupo de científicos mexicanos estudian la ocurrencia de ciclones tropicales en la Cuenca de la Paz en Baja California Sur para entender las interacciones entre el océano y el clima y así entender la variabilidad y el cambio climático.
Paleoceanógrafos como Juan Carlos Herguera buscan en el pasado las huellas de los fenómenos climáticos que se hayan quedado impresos en los sedimentos marinos en los últimos ocho mil años, informó la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) en un comunicado.
Para ello, Herguera y un grupo de investigadores colectan muestras de sedimentos en el océano a partir de los cuales reconstruyen las condiciones del océano superficial y el mar profundo en el pasado.
Desde la primavera de este año los pronósticos de varias agencias del clima esperaban la formación de huracanes muy potentes, del tamaño de Patricia, entre octubre y noviembre, debido a un fenómeno natural llamado El Niño que se presenta cada tres a ocho años, según publica Notimex.
“Creemos que en los últimos ocho mil años ha habido un descenso importante en el arribo de ciclones tropicales al sur de la península de Baja California”, dijo el investigador Adscrito al Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California (Cicese).
“Esta disminución se interpreta por la mayor extensión espacial y posiblemente duración estacional de la gran alberca de agua cálida que se extiende desde el ecuador hasta el Golfo de California durante el verano, condiciones que propician un mayor número ciclones tropicales y posiblemente mucho más intensos”, añadió.
El especialista y su equipo recorrieron el mar del Golfo de California en barco para colectar núcleos de sedimentos y luego en el laboratorio radiografiaron estos núcleos para analizar sus componentes elementales. El material de los sedimentos puede ser de dos tipos, de origen biogénico (materia orgánica) o litogénico de origen continental.
En los primeros meses de 2015 ya se sabía que sería un año especial debido al gran calentamiento detectado a lo largo de todo el Pacífico ecuatorial
Los sedimentos litogénicos que arrastran los ríos cuando hay una gran tormenta consisten en su mayoría en lodo y arcilla, los cuales se depositan en el fondo marino y su concentración y espesor en los sedimentos ayudan a reconstruir la precipitación en el pasado.
“Sabemos que la sílice y el aluminio son elementos típicos que vienen del continente por ser los componentes principales de las arcillas y limos, midiendo la concentración de esos elementos en los sedimentos es como reconstruimos la historia del continente”, comentó el científico.