A un día de que concluya el Sínodo de la Familia, se definió que la Iglesia del Papa Francisco será “una Iglesia que escuche y no que juzgue”, y que comprenderá la situaciones reales de las familias actuales A un día de que concluya el Sínodo de la Familia, se definió que la Iglesia del papa Francisco será “una Iglesia que escuche y no que juzgue”, y que comprenderá la situaciones reales de las familias actuales, pero no claudicará en la defensa del matrimonio hombre-mujer, como base del sacramento religioso.
La postura final del Sínodo se hará pública este sábado por la tarde, anunciaron los arzobispos Peter Turkson, de Ghana; Gerald Lacroix, de Quebec y Lucas Van Looy, de Gante, Bélgica.
El resultado final es que ya se finaliza una Iglesia que acoge, que juzga; sino es el comienzo de una Iglesia que escucha y que no juzga, y que habla con claridad y la última palabra, ya lo he dicho en el aula, la palabra que se me queda es la palabra ternura; la Iglesia enseña ternura frente a toda situación, dijo Van Looy.
Luego de más de tres semanas reunidos, 250 obispos de todo el mundo preparan el documento final sobre la defensa de la familia como fundamento y razón de ser de la Iglesia.
Que el Papa podrá hacer público este fin de semana, sin que se haya encontrado un consenso respecto a cómo
reintegrar a los divorciados al sacramento de la comunión.
Al tiempo que el Papa ha atendido los puntos de vista de obispos y cardenales, ha emprendido una reforma de la Curia Romana, con el objetivo de que a Iglesia pueda responder a las necesidades de los católicos del mundo.