Reina María Rodríguez: La costura de la poesía y el recuerdo

La poeta cubana Reina María Rodríguez arribó al Paraninfo de la Universidad de Guadalajara, para dar la conferencia magistral ‘Prendida con alfileres’, dentro de la Cátedra Julio Cortázar (CUCSH/UdeG).
Víctor Ortiz Partida fue el encargado de hacer la presentación de la poeta: «La poesía es un río subterráneo que brota a veces para formar manantiales», comentó y habló sobre los manantiales de la poesía de Reina María Rodríguez.
Además del símil con el río y el manantial, Ortiz Partida se refirió a la creación de la cubana como un bosque negro, en referencia a una de sus obras que encarna su poética, Bosque negro. El poeta y editor apuntó también la capacidad de la poesía de cambiar la percepción de la realidad, característica con la que calificó a los versos de la ponente.
Igualmente, las palabras de Reina María son «una poesía que ya sea en verso o en prosa llena la página haciendo el propio retrato de su autora», comentó Víctor antes de dar paso a la lectura de algunos fragmentos que seleccionó de la obra poética de Rodríguez. Posteriormente enunció un perfil biográfico, situando a la poeta como «una de las voces más importantes de la poesía en lengua española».
Reina María Rodríguez tomó la palabra, primero para compartir su experiencia personal con Julio Cortázar, a propósito de la cátedra que la recibió. Dijo haberlo conocido cuando ella era muy joven, en La Habana, ciudad a la que el escritor argentino iba con frecuencia. «Los autores vuelven a ser otros cuando envejecemos», comentó sobre la lectura de la obra cortazariana que realizó en aquel entonces y su lectura actual.
Luego de la breve introducción, la poeta comenzó la lectura de un texto largo e íntimo en el que refirió aspectos personales de su relación con la poesía, sus autores y la propia ciudad y país que la vieron crecer. Del nombre que eligió para la conferencia magistral, Prendida con alfileres, afirmó la referencia a la costura y su madre («la gran costurera»).
De una manera fluida, la escritora recorrió algunas definiciones de poesía citando a una selección de autores copiosa: Vallejo, Pessoa, Proust, Plath, Pizarnik, entre otros. Hacia el final de la ponencia, apuntó también a los escritores que emprendieron grandes proyectos de escritura: William Carlos Williams, José Lezama Lima, Ezra Pound y Stéphane Mallarmé. Con un tono a caballo entre la nostalgia y la revalorización del pasado, Reina María recurrió a la geografía personal de Cuba, entre los cafés frecuentados por algunos escritores (Lezama Lima), o demorándose en el comentario de la vida y obra de otros, como Juan Carlos Flores, de quien compartió lo que le dijo alguna vez: «Escribe muchas veces una palabra hasta que la veas, la sientas…, obse-siónate». En el mismo tenor de la obsesiones, la poeta agregó otra referencia: «Estamos obsesionados con nuestra propia vida, vida que ahora es lenguaje». Las evocaciones de un pasado personal y un pasado de una vida lectora confluyeron entre la glosa de un recuerdo y la cita que apuntala la memoria con una metáfora.