Almeyda prometió un Chivas ofensivo ante los Rojinegros

El técnico de Chivas Matías Almeyda no se ‘arruga’, piensa en lo que significa este encuentro para los colores que defiende y quiere salir a ganarlo, apegado al estilo que lo caracteriza.
“Creo que el hecho de ir al frente, tiene una gran fase defensiva, se busca el equilibrio y tener la posesión del balón, en este tipo de partido no vamos a cambiar de estrategia, este equipo le merece respeto a su historia, de ir por cosas importantes.
“Es difícil garantizar que salga un buen partido, es como garantizar que un jugador va a jugar bien, no se sabe nunca, trataremos de no cambiar nuestra manera de juego”, indicó el técnico del Rebaño, este jueves.
Habló sobre su método de convencimiento al futbolista, el cual no pasa por el discurso que pueda ofrecerles, sino por generarles un entorno cómodo.
«En realidad al jugador se le convence durante la semana, con el trabajo. Si convenciera a los jugadores con cinco palabras, me dedicaría a la política, y no me interesa eso; el convencimiento pasa en que ellos se sientan cómodos, felices y después consideró que para llegarle al jugador, hablándole de vivencias y tratando de sacarle toda la presión», reconoció.
– ¿Cómo te fue en los Clásicos?- «Bien, jugué muchos clásicos, también cometí muchos errores de perder la cabeza y no pensar, en este momento los jugadores tienen que pensar, estar oxigenados para disfrutar el partido».
RECORDÓ ACTOS
VIOLENTOS EN SU PAÍS
En sus últimos momentos como futbolista, defendiendo los colores de River Plate, antes de dar el brinco al banquillo, Almeyda recordó el amargo episodio en el que un grupo de barras de su equipo, invadieron el campo de juego durante la promoción frente a Belgrano de Córdoba, evitando el descenso al Nacional B.
Esa situación se vivió de manera similar el torneo pasado, en el Estadio Jalisco, y como futbolista revivió el momento de agobio.
«Como jugador lo primero que se piensa es en dónde está la seguridad, porque ellos son jugadores y ellos brindan un espectáculo. Con el respeto que merece la afición de que el jugador deje el alma por la camiseta que lleva puesta, que la deje de verdad, con honestidad, con sinceridad y con amor, después es un juego y la violencia no debe trascender por resultados», expuso.