Por Carlos Ventura
Los pobladores de Charco Cercado durante más de 60 años vendieron animales y flora en peligro de extinción a la orilla de la carretera federal 57, a 100 kilómetros de la capital, finalmente fueron retirados pero regresaron a sus comunidades más pobres y sin empleos.
“No pues que no hay trabajo, nos pagan muy poquito en el campo y también para ir a una clínica imagínese de rápido pues son dos horas de aquí a Matehuala y a San Luis pues es igual”, dijo Antonia López, una habitante de Charco Cercado.
Sin dinero y sin recursos, la comunidad se sumió en una pobreza extrema al grado de no contar ni con clínicas para atenderse en alguna emergencia ni con algún lugar para laborar en la comunidad.
“Pues que nos moríamos de hambre o bueno para mí que soy una señora viuda pues lo más fácil es irme a trabajar por 100 pesos al tomate”, dijo Artemia García.
“No pues uno no pues ahorita si nos hizo falta que nos quitaran de ahí de la carretera porque de perdido algo ahí nos daban zapatos, nos daban mandadito y de eso uno se mantenía pero pues eso que nos dan ya no nos dan nada”, comentó Antonia López.
Las autoridades aseguran le darán seguimiento al caso de la comunidad de charco cercado, mientras que los habitantes afirman estar hartos de promesas. Por lo pronto existen varios proyectos en los que SEDESOL trabaja para que a principios del 2015 se puedan lograr en esta comunidad del altiplano potosino.