Las alergias, reacción exagerada del sistema inmune

Es una reacción negativa y exagerada del sistema inmunológico (que defiende al cuerpo del ataque de virus y bacterias) cuando ingresan al organismo sustancias a las que erróneamente reconoce como peligrosas. Estas se introducen al consumir algunos alimentos o medicamentos, por inhalación o a través de la piel, lo que provoca que se produzca la sustancia histamina, principal responsable de la comezón, ojos llorosos, ronchas, obstrucción nasal, mareo y dolor de cabeza, entre otros síntomas.
Causas
Contacto con sustancias como polen, polvo, pelo de animales, contaminantes ambientales, agua de albercas (las produce en ojos), productos químicos o materiales textiles sintéticos.
Consumo de ciertos medicamentos o alimentos (leche, huevo, pescado y frutos).
Algunos cosméticos.
Factores hereditarios, pues si uno de los padres padece alergias, los hijos tiene cerca del 40% de probabilidades de sufrirlas. Si ambos padres las presentan, el riesgo se eleva casi 70%. Picaduras de insectos, ya que el sistema inmunológico (encargado de defender al organismo) de algunas personas puede desarrollar una reacción alérgica al veneno inyectado.
Síntomas
Urticaria.
Enrojecimiento de la piel.
Ojos llorosos.
Goteo y obstrucción nasal.
Estornudos.
Comezón en la nariz.
Conjuntivitis.
Mareos y náuseas.
Dificultad respiratoria.
Dolor de cabeza.
Diarrea.
Diagnóstico
Los elementos más importantes son la historia clínica y las pruebas de sensibilización. El paciente debe informar sobre sus síntomas, condiciones ambientales que le rodean (contacto con animales o sustancias tóxicas), alimentos ingeridos y antecedentes familiares del padecimiento.
El médico realiza pruebas cutáneas para determinar la causa de la reacción alérgica. Consisten en reproducir sobre la piel una respuesta de ese tipo mediante el contacto con alergenos, seleccionados de acuerdo con la historia clínica del paciente.
Otro tipo de pruebas son las de provocación oral, útiles para diagnosticar la alergia cuando es ocasionada por medicamentos y alimentos.
Prevención
Evitar el contacto con las sustancias a las que se es alérgico.
Cuando se sabe que puede ser producida por picaduras de insectos, es recomendable usar repelentes sobre piel y ropa.
Nadar con goggles.
Leer etiquetas de alimentos y preguntar qué ingredientes (productos lácteos, algunas frutas, cacahuates, nueces, huevo, pescado, etc.