Reglas de oro que jamás debes romper en la sexualidad

Nunca ir directo al grano sin previa: Por lo general las mujeres gustan del juego previo, de la seducción, del erotismo, de los besos y las caricias. El tacto y la piel son fundamentales, obviarlos es el primer gran error que nunca se debe cometer, salvo que haya una idea consensuada de correr lo más rápido posible a disfrutar el show de fuegos artificiales.

Jamás ser un cavernario: Ligado al punto anterior una cosa es dejarse llevar por la pasión del momento y la otra es derechamente usar el manual de las cavernas. Imperdonables es dar besos con mucha brusquedad y sin sensibilidad, ser atarantado, pensar que las partes íntimas de la mujer son de hule e ir más allá de lo permitido, entre otras.

Hay que saber leer y captar el momento preciso.

Cuidado con desnudarse con torpeza: La habilidad para ir desnudando a tu pareja debe ser lo que te debe resultar con mejor y mayor técnica. Ir despacio sin perder el foco en los besos y caricias es lo esencial, pues con cualquier desconcentración puedes perder la inspiración. Obviamente a la hora de quitarte tú la ropa no hagas un show sin sentido y ridículo. Con calma y estilo, si la situación de tiempo y espacio no indica lo contrario.

Nunca dejar de lado la higiene personal: Desde lo más básico que significa enfrentarte a tu pareja con al menos un aseo íntimo hasta afeitarte es fundamental para estimular sin contraindicaciones a tu pareja. Ayuda mucho usar cremas de limpieza o un perfume, pero siempre hazte un “scanner”, porque puedes salir muy mal parado. No tirarse a la piscina sin agua: Hay que saber leer y captar el momento preciso. No es cuestión de despreciar la sorpresa, pero hay que saber leer sus ojos de tu pareja y su grado de estimulación.
Nunca, pero nunca intentes atravesar ese límite sin su consentimiento. No es fácil llegar a entender este punto en el momento, pero después la experiencia y la costumbre te darán alas para volar.

No pasarse películas XXX: No trates de hacer nada fuera de libreto si es la primera vez que estás con alguien. Como dato extra: no pongas una película para adultos sin hacer la consulta previa.

Abandonar nunca, detenerse jamás: Aquí es donde hay que tener mucho ojo, pues detenerse sin que te lo pidan o abandonar por cualquier motivo es lejos lo peor que le puedes hacer a tu pareja, especialmente cuando están volando plumas, pues ella espera llegar contigo una o varias veces al punto cúlmine. A ninguna mujer le gusta que la dejen a medio camino. A ninguna.
Pedir perdón o dar excusas: Las excusas agravan la falta, así que nada de andar ofreciendo disculpas si tu rendimiento es deficiente o no das con el calce perfecto, porque siempre hay una nueva oportunidad de demostrarlo. Piensa que sólo fue un mal paso, pero necesario para dar dos buenos. Ahora si tu fail es reiterativo busca nuevos rumbos o ayuda profesional.
Ojo con las palabras sucias: A veces un poco de picante en una relación puede ayudar, pero cuando tienes la aceptación de tu pareja. No se te ocurra por nada del mundo empezar a usar palabras sucias o garabatos sin que lo hayas consensuado.
La rutina mata la flor: La imaginación es poderosa consejera y nunca la abandones, porque no hay peor amante que el robot, el que se pone pone el balde y hace siempre lo mismo. La gracia es atreverse e inspirarse con cosas nuevas, obviamente dentro de los límites que tú o tu pareja pongan, pero siempre con creatividad y astucia.
BONUS TRACK
Nunca mires el pajarito: Fotografiar o filmar es tan peligroso como afilar un cuchillo, ya que nunca sabes qué pasará con esa relación y con ese registro. Puede que tarde o temprano tus hazañas estén publicadas en alguna red social y seas una víctima más del “bullying sexual”. Y sucede la mayor parte de las veces.