Con excepción del fraseo original del último punto y después de un largo e intenso debate, el pleno del Senado respaldó por unanimidad las ocho demandas presentadas por los padres de los normalistas de Ayotzinapa al presidente Enrique Peña Nieto.
La única diferencia en el texto respaldado por el Senado es que el punto octavo dice que respaldan las “acciones para proteger y hacer valer los derechos humanos y combatir cualquier forma de impunidad”, mientras que la petición de los padres de los jóvenes desaparecidos exigen “reconocimiento y acciones de fondo frente a la crisis de impunidad, corrupción y violaciones a derechos humanos que vive México”.
Pero el resto del texto fue avalado por todas las fuerzas políticas en el interior del Senado, después de que protagonizaron casi cuatro horas de un debate que abrió la petista Layda Sansores, con acusaciones directas al gobierno federal, pero fue el verdeecologista Pablo Escudero, quien prendió los ánimos del pleno al destacar que el PRD y Andrés Manuel López Obrador son los únicos responsables de la tragedia.
“La triste historia comenzó con un hombre, con un nombre, con un personaje, con un partido político que el día de hoy y el día de mañana no podrá rehuir a su responsabilidad histórica. El PRD, sus dirigentes, José Luis Abarca y López Obrador son responsables de encumbrar en el poder a quienes sí desaparecieron a esos 43 normalistas”, expresó y la zona de los senadores del PRD estalló en gritos y reproches.
Escudero hizo un recuento breve de la relación del PRD, López Obrador y Abarca e hizo un referencia a un documento del PRD, en el que su dirigencia dice, leyó el legislador, “en esta investigación se deben de presentar a declarar a la PGR, Jesús Zambrano, Jesús Ortega, Guadalupe Acosta, Armando Ríos Piter, Carlos Sotelo, Lázaro Mazón, Angélica de la Peña y Andrés Manuel López Obrador”.
Los perredistas exigieron derecho de réplica, pero un estricto Roberto Gil, presidente de la Mesa Directiva, se apegó al acuerdo firmado por las fuerzas políticas para negarlo, aunque después dijo que en aras de contribuir a un debate sereno, abría la respuesta; Armando Ríos Piter rechazó las acusaciones.
Después, al fijar la posición del PRD, Angélica de la Peña reprochó la mención de Escudero. Visiblemente alterada, se refirió a Escudero como un testaferro del PRI y le exigió decirle en la cara el porqué la relaciona con los hechos; lo retó a presentar pruebas ante la PGR y, de no hacer, “será usted sólo un bufón”.
Luego, otro encontronazo fue entre la escueta y contundente Graciela Ortiz y Layda sansores. Graciela Ortiz lamentó que un priista tan reconocido, tan importante para el país, que fue un constructor de instituciones, como lo fue Carlos Sansores no haya podido hacer que su hija abrevara sus enseñanzas; a lo que Sansores respondió que su padre estaría orgulloso de ella, porque le enseñó a decir la verdad y eso es lo que ella hace.
Y frente a este intercambio de reproches entre el PRI y el PRD, el PAN quedó al margen, con un discurso que se perfiló como un monólogo, con su petición de la creación de una comisión internacional que analice el caso Ayotzinapa.