La actriz Ariadne Díaz se abre paso en el teatro como La Dalia Negra gracias a que ha superado las expectativas del público con su trabajo; pero también porque su imagen es muy al estilo de los años 40 y por lo mucho que se identifica con esta mujer que buscaba convertirse en famosa pese a los fuertes sacrificios que a veces tuvo que hacer.
Ariadne, les fue increíble en el estreno de La Dalia Negra…
Sí, estoy muy contenta, la verdad es un proyecto que esperábamos con mucha ansia, fueron 3 meses de trabajo de mesa y demás, finalmente tener la posibilidad de mostrar nuestro trabajo a la gente y ver que la respuesta fue muy buena, estoy muy satisfecha.
¿Fue un proceso complejo por la tecnología que se utiliza?
Sí, fue muy complejo porque obviamente lo que se ve de afuera es algo increíble, la primera vez que llegaron las imágenes, yo misma me sentí muy contenta y muy afortunada de ser parte de un proyecto así, de arriesgar en algo tan experimental; sin embargo, pareciera que es mucho más sencillo desde afuera y nosotros como actores sabemos que sí hay muchas cosas que tuvimos que repasar mil veces porque obviamente desde adentro de este túnel no se ven las imágenes, hay veces que nos toca interactuar con ellas, así que hubo que medir con mucha precisión para no estar agarrando o hablando de algo que en realidad no está ahí, fue un proceso muy técnico y minucioso.
Se trata de un personaje interesante basado en la vida real, ¿qué reto representó?
Yo me la estoy pasando muy bien, pero me costó mucho sobre todo porque yo conocía el caso desde antes, sé que es una historia real, sé que es una historia que a través de los años nunca se pudo resolver, y a través de esta obra sí se plantea una resolución, por otro lado, por la naturaleza del asesinato y demás, pues fue muy fuerte para mí, el decidir hacerlo y empaparme de toda esta información que era necesaria que yo supiera, sin embargo, en muchas ocasiones me tentaba a no investigar más, la verdad es que ha sido todo un proceso y un personaje tan significativo, y ser la Dalia dentro de una obra donde hay grandes talentos y gente que admiro de tiempo atrás así, que no sólo es un reto sino también una responsabilidad muy grande.
Lo hiciste tuyo o tenía que ir totalmente apegado a la realidad…
Por supuesto que todo se hizo con en base en las referencias, está dibujado y trazado por nuestra directora, obviamente con la información que tenemos, con los planteamientos dados, cada actor lo hace de manera distinta, sin embargo, sí fue un proceso de mucho trabajo no sólo mío, sino también de todo un equipo de atrás y está muy apegado a lo que es la realidad; la gente sale de la obra y buscan a los personajes para saber si realmente existieron, la información es completamente cierta; ahora, la resolución del caso fue una propuesta del autor que honestamente creo que es bastante válida.
Y lo hizo aún más interesante trasladarte a otra época…
Sí, por supuesto, creo que es padre como actor, viene muy bien cambiar la palabra actuar por jugar, creo que en este proyecto mucho más que en cualquier otro; desde el momento en el que te pones otra ropa de un momento al que no perteneces, te da una pauta muy grande para comenzar el juego y más con compañeros extremadamente talentosos, sentí este ambiente de vamos a jugar a que estamos en los 40, lo disfrutamos mucho, fue muy divertido y por supuesto el vestuario es parte fundamental de la historia, no sólo por la época y el arte, sino por la esencia de lo que es la obra.
¿Te sientes cómoda?
Por supuesto, desde el principio cuando me vieron con la peluca y la ropa, me dijeron, es que tú eres como de esa época, y desde hace muchos años en mi vida me lo han dicho, que tengo el estilo de esa época, y que padre tener un pretexto para vestirme así y jugar. Creo que las mujeres de aquella época tenían esa vanidad que las hacía verse y ser tan femeninas y que ahora por las prisas y la vida que tenemos, nos ponemos jeans y ya, entonces regresar a la ropa perfectamente cuidada, a la cintura, con el tacón ni demasiado alto ni demasiado bajo, todas estas cosas que son muy clásicas me encantaron.
¿Te sientes en algún momento identificada con esta mujer?
En muchos sentidos, creo que tengo mucho que ver con ella, más allá del asesinato, de repente encontrar la similitud entre un personaje tan fuerte con tu propia vida, pues puede llegar a ser atemorizante; sin embargo, creo que ha sido posible descubrir muchas cosas de mí misma en este personaje, muchas cosas que tienen que ver con las formas de resolver, con los anhelos, creo que la primicia de este personaje es querer ser famosa, y aunque no comparto el hecho de dar lo que sea con tal de ese sueño, si en mi vida tuve que hacer grandes sacrificios, grandes cambios en pro de mi carrera, hay muchas cosas que comparto con este personaje y lo añoro profundamente, creo que al principio juzgué demasiado rápido y cuando te vas metiendo a una historia aprendes a querer al personaje de tal manera que te lo haces amigo.
¿Qué sacrificios has tenido que hacer?
Básicamente fue el haberme ido de mi casa, yo tenía 18 años cuando me fui de mi casa, dejé a mi familia para empezar una vida sola en el DF; hay muchas cosas que uno da por hecho cuando se es más joven, que la ropa está limpia como por arte de magia, que la comida está en la mesa por arte de magia, y todo lo damos por hecho, y cuando te enfrentas a vivir solo, te das cuenta que tienes que estudiar, que trabajar, hacerte de tus cosas. Yo crecí en Vallarta y soy hija única, así que irme a México no era cosa fácil, fue muy fuerte para mi familia, pero tomar una decisión así me hizo más responsable, creo que más que conmigo misma, con ellos, porque sabía que si estaba decidiendo mal de alguna manera podía afectarlos a ellos, entonces eso y después obviamente el tiempo que hay que dedicarle a esto, todas las cenas y los compromisos a los que no llegaste, las cosas a las que no nos pudimos comprometer por estar en esto; pero finalmente creo que cuando amas tu carrera pues es un precio que uno está dispuesto a pagar.
¿Estás satisfecha de los sacrificios que has hecho?
Sí, por supuesto, yo estoy muy contenta con lo que tengo hoy por hoy, sin embargo creo que mi personalidad es nunca estar conforme y siempre estar emprendiendo cosas nuevas y prueba de ello es básicamente este proyecto, estar en teatro, en un escenario que no me había permitido antes estar, me gusta crecer, cambiar el escenario y las circunstancias, así que nunca podré decir al cien por ciento que estoy satisfecha, pero hoy por hoy estoy tranquila y contenta.
Y bueno, ahorita arrancaste muy bien en teatro, y sé que hay planes de entrar a la pantalla grande…
Sí, está pesado porque saliendo de función los domingos me estoy yendo a Cancún para empezar a filmar, pero estoy muy emocionada porque es mi primera película, así que estoy aprendiendo los términos y todas esas cuestiones como el ritmo de trabajo y estoy muy contenta.
¿De qué se trata esta cinta?
La película se llama La paloma y el cuervo, es protagonizada por Martha Hazas y Mauricio Ochmann, yo en la historia soy la esposa de Mauricio y soy esta mujer que viene a recordarnos lo insoportables que podemos llegar a ser las mujeres, la típica esposa celosa, sicópata, manipuladora, pero muy chistosa. La verdad es que viene a ser una gran mancuerna para mí, entre esta obra que es tan densa y esta comedia de enredos que es tan ligerita. He hecho mucho más drama; sin embargo sí he tenido chance de hacer comedia y lo he hecho con gente padre, así que les he aprendido dos o tres cositas, me siento cómoda aunque es el género más complicado, en la vida todo es de probar y aprender.
