Besos saludables en boca sana

Los besos pueden hacerte volar, pero también caer presa de enfermedades como:
Mononucleosis infecciosa. Conocida como “enfermedad del beso”, ya que esta es la vía principal de contagio, se trata de infección causada por el virus Epstein–Barr, cuyos síntomas incluyen fiebre, fatiga, dolor de cabeza y garganta e inflamación de ganglios linfáticos, especialmente del cuello. Se presenta con más frecuencia entre los 15 y 17 años, pero puede desarrollarse a cualquier edad.
Citomegalovirus.
La mononucleosis también puede ser ocasionada por otros microorganismos como el citomegalovirus, tipo de virus del herpes que permanece en el cuerpo durante toda la vida y se manifiesta cuando el sistema inmunitario está debilitado. Sus síntomas son inflamación de ganglios linfáticos, fiebre, inapetencia, dolores musculares y de garganta, y erupción cutánea.
Influenza, gripe y resfriado común se transmiten con el solo contacto con la saliva de una persona enferma al estornudar o toser, por lo que el riesgo de contagio aumenta con los besos. Gingivitis. Enfermedad producida por los depósitos de placa dentobacteriana que inflaman a las encías. Su síntoma principal es el sangrado, y puede contagiarse mediante la saliva. Inflamación de garganta por estreptococo. Algunas bacterias estreptococo pueden causar infección con síntomas como dolor de garganta repentino e intenso o al tragar, fiebre, amígdalas y ganglios linfáticos inflamados y puntos blancuzcos o amarillentos en la parte posterior de la garganta. Herpes labial. Se manifiesta con ampollas de color rojo en los labios, y es causado por el virus herpes simplex, altamente contagioso. Se puede contraer incluso con apenas un roce de labios.