Los Guerreros Unidos han tenido por lo menos cuatro líderes en tres años, que ya han sido capturados por las autoridades federales; aun así se han expandido en tres estados del centro del país.
De acuerdo con información de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el líder fundador del grupo criminal fue Cleotilde Toribio Rentería, El Tilde, quien creó el grupo en el municipio de Jiutepec, Morelos con diversos integrantes de Los Beltrán Leyva y de bandas locales de esa entidad.
La organización criminal se extendió a diversos municipios de Guerrero, como Coyuca de Catalán, Pungarabato (Ciudad Altamirano) y Taxco, y después llevó su control a otras áreas de Tierra Caliente, como Iguala, Teloloapan y Arcelia.
La disputa encarnizada de La Familia Michoacana con los remanentes de Los Beltrán Leyva se agudizó con el asentamiento de los Guerreros Unidos, de acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública, de un reporte de 2011.
Ese año la tasa de homicidios dolosos en Guerrero fue de 62 por cada 100 mil habitantes; en 2012 aumentó a 66 y en 2013 bajó a 59; la entidad se convirtió en el nada honroso primer lugar en homicidios dolosos.
Con la detención de Cleotilde Toribio Rentería en Santa Fe, en julio de 2012, Mario Casarrubias Salgado, el Sapo Guapo, tomó el control de Guerreros Unidos y extendió la influencia del cártel al Estado de México.
El nuevo líder de la organización criminal fue identificado como uno de los principales traficantes de droga a Chicago, Estados Unidos, y se presumía que realizaba los traslados en tráileres de fruta y autobuses.
Según la CNS, el Sapo Guapo operó así hasta su captura, el 29 de abril de 2014, en Toluca, Edomex.
Con la detención de Casarrubias, el liderazgo fue ocupado por Gonzalo Martín Souza Neves, detenido tres meses después en la ciudad de Puebla, el 10 de julio.
De inmediato tomó el mando Sidronio Casarrubias Salgado (hermano de Mario el Sapo Guapo), quien fue detenido el 17 de octubre por fuerzas federales en el Estado de México,Sidronio declaró entonces que él no dio la instrucción de que los normalistas de Ayotzinapa fueran detenidos.
“Él dice que no, que fue informado, que no lo ordenó; tampoco se opuso, lo reconoce en su declaración”, dijo el 18 de octubre el entonces procurador Jesús Murillo Karam.
