La historia de David Villa se remonta a Tuilla, un pequeño pueblo minero en Asturias. Ahí el «Guaje» nació como futbolista y un accidente le permitió convertirse en un delantero letal con ambas piernas, pese a ser diestro natural.
«Yo siempre he querido jugar al fútbol durante todo el día, estaba jugando y un niño más grande cayó encima de la pierna y se rompió», recordó Villa en The Players Tribune.
No fue cualquier lesión; el pequeño David sufrió una fractura de fémur en la pierna derecha y tuvo que aprender a usar la de «palo», mientras la buena se recuperaba.
«Que te vengan a llamar de la escuela de un accidente de un niño de cuatro años, llegamos allá y le vemos con esa rotura tan fea de fémur y tal, su madre y yo estuvimos al borde del infarto», dijo José Villa, padre del futbolista del New York City.
Fue justo su padre quien lo obligó a entrenar la pierna zurda después de la lesión. David no podía estar lejos del balón, por eso se recargaba en la pared y devolvía los pases a su papá con la izquierda.
Se hizo tan hábil con ambas piernas que el Sporting Gijón detectó su talento y lo fichó a los 15 años. De ahí pasó al Zaragoza, Valencia hasta llegar al Barcelona y convertirse en el máximo anotador en la historia de la Selección Española.
«Fue un día muy emocionante, no sólo para mí, sino para toda su familia. Yo lloro como una magdalena y ese día lloré como una magdalena», agregó José Villa sobre el día en que su hijo firmó con el Gijón.
Hoy, David Villa Sánchez es el referente del New York City FC en la MLS, donde busca escribir una nueva historia con sus goles de zurda o diestra.
