Mi misión, hablar en público

En estos días la carrera u oficio de locutor es considerada para entretener en la radio y de alguna manera ser bufón para que el radioescucha nos diga sus sentimientos más profundos y consolarlo con una canción que le recuerde o reclame a su ser amado; para algunos más es ser maestro de ceremonias en eventos masivos y hacer lucir o aburrir irremediablemente al público; pero realmente que significa esta misión a la que muchas y muchos quisimos dedicarnos por amor a hablar en público?
De manera textual Wikipedia dice: ”Un Locutor o locutora es la persona certificada para habla a través de la radio, como narrador de noticias, dar anuncios o poner música. Además de fungir como voz en off para la televisión”.
Vámonos por partes; en primer lugar ahora se dicen locutores cualquier persona que quiera incursionar en el medio de la radio y televisión, sin antes haber tenido ningún tipo de capacitación para hacerlo; muchos muchachos y chicas creen que por salir o estudiar la carrera de ciencias de la comunicación, esto les abrirá las puertas de los medios y saldrán a lucir a cuadro o al menos leer al aire (que por cierto muchos fatal); hablar o criticar ante un micrófono creen que les da el derecho y la responsabilidad para para estar allí. Debe ser una persona certificada por la Secretaría de Educación Pública como locutor o locutora o bien en su caso cronistas o comentaristas, es decir debe contar con la autorización oficial federal para enfrentarse al respetable a través de cualquier medio.
Debe ser responsabilidad de la estación (radio, televisión o internet) la persona que está al frente con sus comentarios que ellos transmiten, pero ahora es suficiente con un cintillo insertado en voz en off para decir que no se hacen responsables del contenido de tal o cual programa y que éste no refleja el pensar o la misión de la estación. De esta manera, a cualquiera lo dejan decir y criticar al aire.
Según el reglamento y en la Ley Federal de Radio y Televisión dice: “En las transmisiones de las difusoras, solamente podrán laborar los locutores que cuentes con certificado de aptitud”. Entonces qué pasa?
A quienes nos dedicamos a esta apasionante carrera y hemos transitado por el camino de la locución durante muchos años, nos llenaría de orgullo ver y escuchar en nuestras estaciones a chicas y chicos con, primeramente el amor a la profesión, el orgullo que implica enfrentarse a las masas, pero también la responsabilidad que esto genera.
A todos nos ha pasado que al escuchar en los noticiarios y programas de radio y televisión a una nueva voz, de manera inconsciente la aceptamos o negamos debido a su timbre dulce, impostado, estudiado o definitivamente chillón y molesto para nuestros oídos. Al menos hay que tomar unas clases de dicción, impostación, manejo de voz con intenciones y lectura chicas y chicos, apiádense de nosotros.
Cuando esto sucede de manera inmediata optamos por cambiar de estación; tenemos tantas opciones hoy día, que podemos escoger la que más nos plazca; es tan agradable y agradecemos tanto el escuchar a una persona preparada, con una clara dicción y educación vocal.
La gran oportunidad que se nos brinda al estar frente a un micrófono y a través del cual nos escuchan miles y tal vez millones de personas es indescriptible, la emoción de saber que del otro lado del aparato receptor se encuentra alguien a quien le podemos hacer el día hermoso con una frase, describir emociones, retratar paisajes.
Desde 1957 instituido por Francisco Neri Cano, quien fuera el fundador de la Asociación Nacional de Locutores de México; se celebra el 14 de septiembre el día del locutor para reconocer el trabajo de los profesionales del micrófono, así como de quienes se desempeñan en las áreas técnicas.
Apostemos a la profesionalización en cualquier área de nuestras vidas laborales; como dije antes, es responsabilidad en este caso del patrón, pero también es y tal vez lo más importante, responsabilidad de nosotros mismos volvernos competitivos en un mundo globalizado. Inculcar a nuestros jóvenes el amor por la educación y formación; por la lectura; por la investigación de temas a veces tan sencillos y cotidianos. Es toral voltear y ocuparnos de las nuevas generaciones que tienen las herramientas más sofisticadas y actuales que les brinda sobre todo la tecnología pero que tal es nuestra tristeza darnos cuenta que no saben cómo, cuándo y en dónde aplicarlas. Enseñémosles a enfrentar un mundo con obstáculos sin resolverles nosotros mismos ese camino. Dejemos de lado la actitud paternalista y dejemos que sean ellos y ellas quienes serán los dirigentes de nuestras naciones, quienes resuelvan sus propios retos.
Venga pues una gran felicitación y un abrazo a todas y todos mis compañeros en este 14 de septiembre Día del Locutor!!
Gracias a todas y todos; nos leemos en la próxima …hasta entonces!.