Esclerosis múltiple, discapacita a jóvenes y adultos

La esclerosis múltiple es un padecimiento enigmático en varios sentidos. Por un lado, sabemos que se debe a que las células nerviosas sufren atrofia porque las mismas defensas del organismo las atacan, pero todavía no se ha encontrado qué desencadena este proceso. Por otro, se han identificado hasta 90 distintos signos o síntomas que pueden anunciar su persencia, sólo que son tan difusos y variados que suelen confundirse con otros problemas de salud y, por ende, es difícil que la persona afectada sea diagnosticada correctamente y reciba la atención que requiere.
Más aun, explica la Dra. Delia Mireya Rodríguez Salas, neuróloga adscrita a la Asociación de Médicos Mexicanos para el Estudio de la Esclerosis Múltiple (AMMEEM), poca gente sabe que “esta enfermedad del sistema nervioso central, formado por cerebro y médula espinal, es la segunda causa neurológica de discapacidad en personas económicamente activas, luego del infarto cerebral (muerte de tejido neuronal por falta de suministro de sangre). Las estadísticas son claras sobre este punto, ya que 80% de todos los casos se presentan en individuos de 15 a 50 años”.
Muchas ideas que se tenían sobre la enfermedad han cambiado en las últimas décadas y obligan la difusión de datos actuales. Por ejemplo, antes se pensaba que la esclerosis múltiple se presentaba sólo en poblaciones cercanas a los polos geográficos norte o sur y que, por ende, no se registraban casos en nuestro país. Sin embargo, señala Rodríguez Salas, “en México no es un problema frecuente, pero existe, siendo más común en el norte de la República.
En la actualidad, se estima que existen 4 ó 6 pacientes por cada 100,000 habitantes, aunque en Chihuahua y Nuevo León la cifra se eleva a 15 casos en idéntica proporción. Es curioso, pero todavía en 1994, durante un congreso en Canadá, los médicos de otras naciones pensaban que nosotros no teníamos este padecimiento”.
Entender el problema
De acuerdo con la especialista, quien también labora en el área de neurología del Hospital Ángeles de la Ciudad de México, se ha observado que el riesgo de padecer esclerosis múltiple depende de la conjugación de distintos factores: tener susceptibilidad genética, vivir en una zona donde la incidencia del padecimiento sea mayor y exponerse a un factor ambiental, antes de cumplir 15 años, que altera el funcionamiento del sistema inmunológico (de defensas) y hace que éste destruya a las células nerviosas (desata una reacción autoinmune). Al respecto, el Dr. Miguel Ángel Macías Islas, Jefe de Departamento de Neurología del Centro Médico de Occidente del Instituto Mexicano del Seguro Social, localizado en Guadalajara (Jalisco, occidente de México), ahonda: “Hasta la fecha no se conoce la causa de la enfermedad, sólo estos tres factores de predisposición que no son del todo claros. El primero nos dice que se requiere cierta carga genética que se difundió a través de migraciones vikingas, y que pudo llegar a México y Latinoamérica por medio de los españoles. En Jalisco hicimos análisis a 8,300 huicholes, que es casi toda la población indígena del estado, y ninguno tiene el padecimiento, aunque curiosamente sí se han reportado casos en otros grupos indígenas sin mestizaje, como los tarahumaras”. En cuanto a la predisposición geográfica “se ha visto que, por ejemplo, en el norte de Europa hay 200 casos por cada 100,000 habitantes, mientras que en México hablamos de aproximadamente 4 pacientes en idéntica proporción.
En general, parece que conforme te acercas a la Línea del ecuador disminuye el número de casos, y al alejarte, sea al norte o al sur, aumentan los casos”. Empero, dicha teoría muestra inconsistencias. “Algunos estudios sobre gente que migra antes de cumplir 15 años nos dicen que si un muchacho mexicano viaja a Suecia, por ejemplo, la probabilidad de que padezca esclerosis múltiple es la misma que la de cualquier sueco, y si un chico del norte de Europa viene a México, su predisposición es la misma que la de nosotros. Pareciera que sí influye la geografía, pero creo que esto puede deberse a que hay mejor sistema de detección en Canadá, Estados Unidos o el ‘Viejo Continente’ que en nuestros países”. Para concluir al respecto, expone la hipótesis de que algún factor ambiental, como un microorganismo, pudiera tener parte de la responsabilidad.
“El virus del herpes tipo 6 es uno de los que sustenta esta idea, ya que cuando entra en el organismo cambia de forma e imita a la mielina (capa que protege a las neuronas y permite la transmisión de señales nerviosas) para pasar inadvertido. Cuando llega otro virus similar, el sistema inmunológico se encarga de eliminarlo, pero también detecta al primer intruso, lo combate y, como se parece a la mielina, las células de defensa se confunden e inician el ataque a las neuronas. A esto le llamamos mimetismo molecular”.
Además, el neurólogo enfatiza en que se le debe comunicar al paciente “todo lo referente a terapias y recursos que existen, haciendo hincapié en que hasta el momento no hay forma de detener esta enfermedad, ya que los tratamientos sólo detienen la velocidad de su avance, pero también en que hay todo un arsenal de medicamentos nuevos que se están probando y que nos dan esperanza en el futuro. Además, y como es de imaginarse, es muy importante que demos apoyo psicológico, tanto para aprender a aceptar el padecimiento (se calcula que hay siete veces más riesgo de suicidio que en el resto de la población) como para ayudar a la persona afectada y su familia.
Hemos visto que la esclerosis múltiple es responsable de divorcios y que puede acabar con una familia en tan solo un año”. Por último, Macías Islas recomienda que las personas con esclerosis múltiple “se unan a alguna de las 40 asociaciones de pacientes que existen en la República y que forman parte de una federación, a fin de unir esfuerzos.