Formas seguras de arruinar el cutis

Cambiar constantemente de crema hidratante, desestimar el valor de los filtros solares, no realizar limpieza a fondo del rostro, olvidarse de retirar el maquillaje antes de ir a la cama, exprimir los granos o aplicar muchos productos sin seguir las instrucciones son algunos de los errores que cometen muchos hombres y mujeres, y que pueden “pasar factura” a la piel del rostro.
No es broma: muchos malos sabores de boca debidos a resequedad, manchas, arrugas, infecciones y cicatrices podrían ahorrarse si evitáramos aquellos hábitos destructivos que atentan contra la adecuada hidratación, alimentación y regeneración del cutis.
Por ello, reunimos las malas costumbres más frecuentes para que ya no las repitas, y hagas todo lo posible por mantener la salud cutánea ¡a tope!
Cigarro y alcohol
Tabaco y licor son sustancias que impactan negativamente en el cutis, ya que se relacionan con pérdida de oxígeno en el organismo y destrucción del colágeno, es decir, la proteína que ayuda a mantener la firmeza de la piel.
Para evitar sus dañinos efectos, evita alcohol y cigarrillos al máximo y, si llegas a consumirlos, toma ocho vasos con agua al día, bebe jugos de frutas cítricas (limón, naranja, mandarina, toronja, todas ellas ricas en vitamina C) y procura pasear por lugares con abundante oxígeno, como bosque o mar. No olvides que el sueño es importantísimo: duerme mínimo siete horas al día.
Sol en exceso
Los dermatólogos lo repiten a menudo: asolearse en exceso se relaciona con problemas tan severos como quemaduras, fotoenvejecimiento, manchas y aparición de cáncer en la piel (melanoma).
Sin importar qué clima predomine en tu ciudad, es recomendable que utilices habitualmente crema hidratante o base de maquillaje con filtro solar, a fin de reducir la exposición diaria (de la que, por cierto, no siempre tenemos conciencia). Y, si vas a la playa, no olvides aplicarte crema bronceadora a prueba de agua con nivel de protección adecuado para tu tipo de piel, media hora antes de exponerte al “astro rey”.
Reventar granitos
Los dermatólogos y cosmetólogos aconsejan que jamás te exprimas los granos porque, si no se vacían adecuadamente, la infección puede diseminarse, el tiempo de recuperación aumenta (por lo general, un barro no tarda más de tres días en desaparecer; en cambio, si lo pellizcas, durará hasta 10 días) y es probable que aparezcan cicatrices que no serán fáciles de eliminar.
El acné debe tratarse con productos adecuados (además, deben aplicarse sólo en el grano, no en toda la piel del rostro) y bajo las indicaciones del médico o especialista en cuidados estéticos.
Siempre el estrés…
Dicho estado de tensión emocional puede servirnos para concentrarnos y hacer frente a problemas urgentes, pero no es nada benéfico mantenerse siempre así: las glándulas que generan grasa (sebáceas) trabajan en exceso, ocasionando apariencia poco estética al cutis y estimulando el surgimiento de granos, sin olvidar que las hormonas del estrés (norepinefrina, dopamina y epinefrina o adrenalina) reducen la circulación en los vasos capilares que nutren la piel. La tensión emocional también propicia la aparición de arrugas al forzar las líneas de expresión, así que para combatir estos efectos es conveniente aplicarse masaje con las manos (apretando sienes y frente, y luego aflojando) al menos una vez al día. También es de gran ayuda practicar meditación, yoga, aromaterapia u otras formas de relajación.
¿Dormir sin desmaquillarse?
Jamás debes irte a dormir sin desmaquillarte, incluso, cuando sea muy tarde o te sientas agotada, pues esta limpieza es imprescindible para lucir piel bonita, luminosa y oxigenada. La industria cosmética ofrece texturas variadas (gel, mousse, loción, toallitas) para elegir el producto limpiador más adecuado a las necesidades personales.
¡Nada de “amor apache”!
Hacer las cosas en exceso nunca es aconsejable; por ello, no frotes tu cara con demasiada fuerza. Tallar el cutis y dejarlo rojo por pensar que así se eliminarán barritos y espinillas es grave error, pues lo único que se consigue es estirar la piel, sobreestimular la producción de grasa y fomentar la aparición de manchas. Evita este problema lavándote sólo dos veces al día, con limpiador o jabón suave, y seca dando golpecitos u oprimiendo suavemente con la toalla. Y hablando de malos tratos: es imposible borrar ciertas arrugas con exfoliador; de hecho, si lo intentas con uno demasiado fuerte, lo más probable es que lastimes tu cutis. Lo mejor es usar algún producto suave, que hará maravillas al eliminar células muertas e impurezas.
Piel olvidada
Otro error muy común es enfocar la limpieza en la zona central del rostro, como si fuera la única que necesita atención, y olvidarse de las áreas restantes. Por ello, cuando realices tu rutina de limpieza o utilices cualquier tratamiento, no olvides el cuello ni la piel que se encuentra junto al cabello. Para que la melena no te estorbe ni se moje, sujétala o usa gorra de baño al darle atención.