Detecta las señales de suicidio

Álex, joven de 16 años, comenzó a sentir desinterés por vivir y por todo lo que le rodeaba, se alejó de sus amigos y la desesperanza se apoderó de él. Con frecuencia decía: «no valgo nada», «la vida no tiene sentido», «ya no seré un problema» o «ustedes estarían mejor sin mí». Al poco tiempo manifestó gritos que piden ayuda, es decir, expresó su franco deseo de suicidarse, pero nadie le creyó; por el contrario, personas que lo rodeaban solían comentar: «quien realmente quiere matarse no lo anuncia», «sólo quiere llamar la atención» o «es un chantajista»… Días después, el cuerpo de Álex yacía inerte en su habitación. La mayoría de los individuos que planean atentar contra su vida hacen llamado de alerta a quienes les rodean. De acuerdo con el tanatólogo y suicidólogo Alfonso Reyes Zubiría (1935-2013), toda amenaza, por pequeña que sea, debe tomarse en cuenta porque 9 de cada 10 suicidas anuncian claramente su propósito. Para estas personas, la muerte se convierte en su mundo, por lo que no debe subestimarse, resalta, a su vez, el psiquiatra Víctor Montiel Mejía. La conducta suicida se presenta como respuesta a cierta situación que al individuo le resulta abrumadora: muerte de algún ser querido, enfermedad grave, fracaso escolar, desempleo, problemas económicos y/o familiares, sentimientos de culpa y dependencia a drogas o alcohol.
Sólo en poco más de dos décadas (de 1990 a 2012), la tasa de suicidios en México aumentó 114%, al pasar de 2.2 a 4.7 casos por cada 100 mil habitantes, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Pese a estas estadísticas, el suicidio sigue siendo tema tabú, pues de acuerdo con el Dr. Reyes Zubiría, «para la mayoría de las familias es muy penoso que se sepa y solicitan al médico que en el acta de defunción ponga otra causa de muerte. Asimismo, lo cierto es que muchos accidentes son suicidios, y hay muchos suicidios que en realidad son homicidios». Los jóvenes son el grupo más vulnerable; de hecho, adolescentes y jóvenes entre 15 y 24 años, ocupan el primer lugar de suicidios: de acuerdo con el último reporte de suicidios en México del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 5 mil 718 personas se suicidaron en el país durante 2011; de ellos, mil 175 pertenecían a este grupo etario. En segundo lugar se ubicaron las personas de 45 años o más. Esto debido a que los jóvenes se encuentran en etapa en la que enfrentan lucha interna por las cosas que dejan de hacer y las que deben emprender para desarrollar habilidades sociales, sumándose a ello depresión, consumo de drogas, problemas de comportamiento y trastornos de la personalidad. Asimismo, el suicidio en jóvenes es más frecuente debido a los cambios en sus principales redes de apoyo, es decir, familia, escuela y religión. Por otro lado, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012, los intentos de suicidio en adolescentes se han incrementado (pasó de 1.1% en 2006, a 2.7% en 2012); incluso, el mismo documento revela que 3.5% de los chicos entre 13 y 15 años, manifiestan una conducta de intento de suicidio (especialmente entre aquellos que no tienen escolaridad). Conducta suicida: ¡auxilio! Los suicidas no actúan por impulso y el acto siempre es planeado. Así, quien se quita la vida con un balazo, en realidad empezó a apretar el gatillo muchos años atrás. Quien desea morir pasa por tres momentos.