La mejor dieta para que bajes de peso

Los seres humanos acostumbramos complicarnos la existencia. Créelo, muchas veces las pautas que debemos seguir están frente a nuestros ojos y no queremos verlas. Esta distorsión de la realidad también aparece al momento de que decidimos cambiar nuestros hábitos alimenticios, especialmente si el régimen dietético que adoptamos es para adquirir una figura semejante a la de Orlando Bloom o la de Keira Knightley, y no para proporcionarle a nuestro organismo lo que necesita para funcionar adecuadamente.
Optar por la dieta de moda, la que sigue la fulgurante estrella de Hollywood o la que te recomienda una de tus amigas porque “bajó de peso de volada”, puede poner en riesgo tu salud, a veces con complicaciones muy serias.
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Muchos de nosotros conocemos la famosa pirámide alimenticia o el plato del bien comer (vamos, vienen hasta en las envolturas de pan de caja), y aunque seguramente esta información formó parte de alguna de tus clases, la mayoría no la tomamos en cuenta.
La Lic. María Guadalupe Solís Díaz, Subdirectora de Niveles Académicos de la Escuela de Dietética y Nutrición del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), una de las más prestigiadas en nuestro país, explica que una dieta correcta es aquella que cumple estos puntos:
Que sea completa, lo que supone que siempre debe incluir alimentos de cada uno de los tres grupos. Un ejemplo práctico es el siguiente: en el desayuno debes consumir una ración de frutas, un vaso de leche (del grupo de productos de origen animal y leguminoso) y una rebanada de pan integral de caja, que corresponde al grupo de cereales y tubérculos.
Debe ser variada, de modo que si en la mañana bebiste un jugo de naranja, es preferible que por la tarde elijas un plátano y por la noche un poco de papaya.
Debe ser suficiente; en otras palabras, hay que consumir la cantidad total que tu cuerpo debe recibir. Cada quien sabe si come más o menos de lo que necesita, y no hay necesidad de ir con un experto.
Se deben preferir los alimentos del grupo de cereales y frutas y verduras, a la vez que reducir las grasas y harinas refinadas.
La dieta debe estar libre de gérmenes.
Este plan se recomienda para la población en general, pero en el caso de los jóvenes es aconsejable consumir mayor cantidad de frutas y verduras, dice la expresidenta del Colegio Mexicano de Nutriólogos, “porque están en una edad en la que existe todavía un crecimiento y es necesario que el cuerpo reciba más vitaminas y nutrimentos inorgánicos. En el caso de las mujeres adolescentes, empiezan a menstruar y sus necesidades de vitamina C y de hierro crecen. Estos elementos se encuentran naturalmente en frutas y verduras, principalmente”.
Calorías y dietas
de moda
Cada grupo poblacional tiene diferentes necesidades de energía o calorías. En el caso de adolescentes y jóvenes, dice la entrevistada, la necesidad energética promedio está entre las 2,000 y 2,300 kilocalorías al día.
“Allí empezaríamos a hablar de la problemática a la que nos enfrentamos actualmente, porque podríamos dividir el asunto en dos grandes ramas: La obesidad como tal, y los trastornos de la conducta alimentaria. La primera es una enfermedad que se caracteriza por un exceso de grasa en el organismo, lo cual facilita con el tiempo el desarrollo de enfermedades crónico degenerativas, como diabetes (exceso de azúcar en sangre) y enfermedades cardiovasculares.”
De acuerdo con las ultimas estadísticas disponibles, obtenidas a través de la Encuesta Nacional de Salud 2006, “se sabe que 70% de la población presenta problemas de obesidad en México, y en el caso específico de los niños entre cinco y 11 años de edad el porcentaje de sobrepeso es de 25%”, señala.
Niños y adolescentes ya empiezan a identificar el problema de la obesidad y, por consiguiente, dice la experta, “empiezan a fijar su atención en las dietas de moda, dejan de desayunar o de cenar, y eliminan de su menú el pan, la tortilla o las frutas y verduras, bajo el argumento de que engordan. Es común, asimismo, que sigan el régimen conocido como ‘del cardiólogo’, que consiste en comer solamente sopa de apio o cebolla durante todo el día, u otros igualmente restrictivos”.
La población en general, y los jóvenes en particular, “creen que hay alimentos mágicos que pueden comerse en exceso, así como otros que se pueden eliminar para bajar de peso y obtener una figura ideal. Finalmente, este tipo de dietas en su gran mayoría son muy bajas en calorías, están desequilibradas y no son completas, es decir, no tiene las características que tiene un régimen regular”, explica la especialista.