Hiperhidrosis, exceso de sudor

De todos es sabido que el cuerpo humano requiere agua para realizar prácticamente todas sus funciones, es más, para ampliar la idea pensemos que en un recién nacido 90% del total de su masa corporal es líquido, porcentaje que va en descenso hasta la edad adulta, en que llega a 30%.
Renovar diariamente la cantidad de agua requiere que bebamos cierta medida (lo ideal es que sean 2 litros por lo menos), y que la desechemos por orina y sudor. A través de este último excretamos aproximadamente medio litro de agua por día, en un efecto que se conoce como transpiración, que se lleva a cabo aun y cuando no practiquemos ejercicio; es claro que al hacer esto último o cuando sube la temperatura ambiental, la pérdida es mayor.
Yo sudo, tu sudas, el…
El sudor es vertido por miles de poros diseminados en todo el cuerpo, el cual es generado por dos tipos de glándulas: las ecrinas, que producen mayor cantidad de secreción y que se encuentran uniformemente distribuidas en la piel. Las otras se denominan apocrinas, y su funcionamiento depende del llamado sistema nervioso simpático, y se forman en axilas, ingles y el área genital antes del nacimiento, pero empiezan a ser funcionales hasta la pubertad; se activan cuando se experimentan fuertes emociones, como coraje, miedo o excitación sexual.
Cabe destacar que el sudor en su origen no tiene mal olor y que éste se debe a bacterias que proliferan en las zonas húmedas y cálidas del cuerpo, donde se acumula.
Ahora bien, la hiperhidrosis es un exceso de sudoración que afecta a manos, axilas, cara y pies, ya que son las zonas del cuerpo donde hay más cantidad de glándulas sudoríparas (simplemente en las manos hay aproximadamente 400 por centímetro cuadrado). La causa que la provoca es desconocida, aunque se relaciona generalmente a estados emocionales o de tensión y ansiedad. Otras hipótesis consideran que puede ser debida a exceso de actividad del sistema nervioso simpático.
La piel de las regiones afectadas por hiperhidrosis suele presentar tono rosado o blanco-azulada, aunque en ocasiones, sobre todo en pies, puede llegar a descamarse o reblandecerse demasiado.
¿Qué hacer en caso de exceso de sudoración?
Los métodos para tratar hiperhidrosis son múltiples, y van desde productos químicos hasta intervención quirúrgica: Cloruro de aluminio. Presente en casi todos los desodorantes del mercado por su efecto astringente que provoca que la piel se reseque. Su forma farmacológica (cuando es utilizado para la elaboración de medicamentos) es más fuerte y se aplica directamente en la zona a tratar, debiendo cubrirse con una película de polietileno (se recomienda aplicarlo antes de acostarse a dormir) que se retirara por la mañana; suele ser irritante, por lo que se sugiere se lleve a cabo una ligera aplicación del producto en alguna parte del brazo (prueba de sensibilización) para saber si su piel puede soportarlo.
Terapia y fármacos. Cuando se diagnostica que el origen de la hiperhidrosis son alteraciones en el estado de ánimo, como ansiedad, estrés o tensión nerviosa, se recomienda terapia psicológica y, en casos extremos, se prescriben medicamentos para su tratamiento.
Toxina botulínica. La Asociación Médica Americana afirma que el uso controlado, en forma de inyecciones, e.t.c.