Reconocen trabajo de tres mujeres en Espacio Alimentario

Con pocos recursos y con mucho entusiasmo y ganas de hacer bien las cosas, tres mujeres, Teresa Palacios Robledo, Mercedes de León Rostro y María del Pilar Velázquez Almendárez iniciaron en la segunda semana de mayo del presente año, una gran labor; proporcionar alimentos a personas de la tercera edad, discapacitados y hasta a migrantes, en un pequeño local ubicado en el Marcado Hidalgo, en Villa de Reyes.
Las tres señoras inician sus actividades desde muy temprana hora, aunque al establecimiento llegan a las 08:00 y atienden hasta las 17:00, en nueve horas atienden al menos a unas 30 personas, son las que tienen registradas, son personas cuyos casos son específicos, son casos investigados, donde se tiene la seguridad que se trata de personas en estado de vulnerabilidad.
Las encargadas de atender ese “Espacio Alimentario” comentan que de hecho conocen a las personas que acuden al establecimiento por alimentos; “son gente a la que nosotras conocemos y sabemos que en realidad tienen la necesidad, nosotras con gusto les atendemos, son personas que en verdad sí tienen necesidad”.
Cuando comenzaron el proyecto, las tres señoras, quienes también ya frisan la tercera edad, pero sus energías son envidiables, se encontraron con el primer problema; la falta de recursos, así, buscaron apoyos, tocaron varias puertas y finalmente Presidencia les dio patrocinio, aunque obviamente no sería para cubrir en la totalidad las necesidades del “Espacio Alimentario”
Tuvieron la idea de vender también alimento al público en general, a precios módicos, así, de tal suerte que quienes acudieran al “Espacio Alimentario” al ordenar ahí sus alimentos ayudan para una buena causa, inclusive tienen un anuncio en la entrada de la pequeña cocina, donde explican cual es la finalidad de ese establecimiento, el cual, definitivamente no se le puede llamar negocio, porque simplemente; no lo es.
Sacrifican esas tres mujeres horas que pudieran pasarlas con sus familias, atender a sus hijos y tal vez nietos, pero prefieren pasar horas tras la estufa en el “Espacio Alimentario”, para preparar la comida para alimentar a personas de la tercera edad, en estado de vulnerabilidad.
Cuando iniciaron preparaban alimentos para unas 14 personas, pero actualmente son 29 personas que reciben ahí sus alimentos, sin costo para ellas, la atención que reciben es cálida, tal y como si fueran a pagar, se les atiende con amor, cariño y respeto.
Las personas en estado de vulnerabilidad en algunas ocasiones son llevadas por sus familias a Presidencia para solicitar les sea proporcionado aliento caliente, se les canaliza al SMDIF, donde la Presidenta, profesora Eva Aurora Tapia Cervantes y la directora del mismo organismo, LAE, María Guadalupe Loredo Saucedo, estudian e investigan en lo particular cada caso y en caso de calificar se les anota en el padrón para que reciban la alimentación.
Las doñas, Teresa Palacios Robledo, Mercedes de León Rostro y María del Pilar Velázquez Almendárez se esmeran por la comida que van a preparar día a día, el menú es bastante variado y procuran sea lo más sano posible, que les resulte agradable a los adultos mayores.
Preparan ceviche de soya, atole de sabores, sopas de diferentes, inclusive de verdura con pollo, arroz, frijoles, en fin, algo que les llame la atención así también les sea agradable al paladar.
Aunque, como se anota en líneas anteriores, tienen un padrón de entre 29 y 30, la verdad es que esa cifra la mayoría de las veces es rebasada con mucho, pues también se les proporciona alimentación a migrantes, aunque igual, deben ser canalizados a través de las instituciones oficiales, estudiar, investigar cada caso, pues ya se ha desvirtuado bastante la ayuda a migrantes, pues algunos, inclusive se ha visto, se trasladan de la capital a Villa de Reyes, para hacer colectas.
Precisamente para evitar que el alimento llegue a personas que no tienen necesidad, se hacen las donaciones de la comida solamente a quienes sean canalizados a través de las instituciones oficiales.
Pero como también se anotaba en un principio, también tienen venta de comida al público, aunque es a precios bajos, con lo poco que obtienen de ganancia hacen frente a apremiantes gastos, luz y agua, aunque realmente lo pesado es pagar el gas, según lo reconocieron.
Una gran ayuda que tienen es la condonación de la renta, el local, marcado con el 24 del Mercado Hidalgo, lo tienen en préstamo, antes funcionó ahí un negocio de mariscos, por eso es que cuenta con el letrero de “restaurante”, aunque de hecho también da ese servicio al público en general, con lo cual pueden allegarse recursos para continuar con esa noble tarea.
La gente lo sabe, de ahí que algunas personas, que tienen puestos en las cercanías donde se encuentra el “Espacio Alimentario” manden comprar ahí sus alimentos, pues saben que aparte de ser precios bajos, es para una causa noble; procurar la alimentación de adultos mayores en situación de vulnerabilidad.
Los productos para la elaboración de los alimentos los adquieren de los mismos productores, así es común ver llegar a personas de comunidades que lo mismo llevan verduras que huevo, van a comercializarlas, y algunas o algunos aprovechan para desayunar, almorzar o comer ahí.
En otros municipios esos “Espacios Alimentarios” funcionan de otra forma; se consiguen los alimentos, con gente que pueda donar mucho o poco, otra parte la ponen las autoridades y se rolan los días para preparar la comida.
El sistema de doña Teresa, Mercedes y María del Pilar es totalmente diferentes y ha permitido demostrar que cuando se quiere se puede y más aún cuando la misma sociedad les apoya, al comprar con ellas sus alimentos, pues con esa acción se apoya a sus adultos mayores y/o personas con alguna discapacidad.
Durante los primeros días, se servían alimentos “donados”, como les llaman, a 14 personas regularmente, pero ahora se ha incrementado en un 100%, pues son de 28 a 30 personas a las cuales se les atiende. Ojala el apoyo de la ciudadanía continúe para estas mujeres, para seguir adelante con esa altruista labor.