Subir de peso durante las fiestas es casi una tradición mexicana (se dice que tan sólo en diciembre, los mexicanos aumentamos hasta 3 kg), y aunque la mayor parte de esa ganancia calórica es por exceso de comida y falta de actividad física, alcohol y sobrepeso también van de la mano.
Según informe del Fondo Mundial para la Investigación de Cáncer (WCRF, por sus siglas en inglés), el alcohol es casi 10% del consumo total de calorías de un bebedor. Esto debido a que mientras el hígado trabaja para quemar el alcohol bebido, no procesa las grasas que el organismo precisa desechar.
Otra consecuencia del abuso del alcohol es que suele provocar desnutrición al dificultar la absorción de proteínas, vitaminas y otros nutrientes al lesionar los revestimientos del intestino delgado y del estómago o al requerir algunas vitaminas para su metabolismo.
El aumento de peso al consumir sustancias etílicas depende de factores como:
Tomarlo en ayunas, ya que provoca que el organismo lo absorba más rápido al no tener otro alimento qué procesar.
Las calorías de los tragos se multiplican al combinarlos con refrescos y/o jugos ricos en azúcar.
Personas de elevada estatura experimentan menos efectos tras beber alcohol en exceso que aquellas de estatura promedio o baja, aun consumiendo las mismas dosis, por lo que tienden a ingerirlo en mayor cantidad.
Tomar bebidas embriagantes afecta al proceso hormonal, lo que despierta el apetito e impide que las personas puedan controlar el peso.
Calorías de los tragos
Las grasas tienen 9 kilocalorías (kcal) por gramo, carbohidratos y proteínas, 4; en comparación, el alcohol contiene aproximadamente 7 kcal por gramo, pero no proporciona nutriente alguno (por lo que se le denomina “caloría vacía”).
Para conocer la cantidad de alcohol en un trago se debe atender su graduación alcohólica (volumen de alcohol en una bebida de 100 ml), pues a mayor graduación, más calorías.
El elevado aporte calórico del alcohol se debe a que la mayoría de las bebidas se obtienen de la fermentación de azúcar, por tanto, entre más azúcar tenga el producto de origen, más graduación alcanzará y, por tanto, más calorías aportará.
Llegó la época fiestera del año: mes patrio, Día de Muertos y, por si fuera poco, el famoso maratón “Guadalupe-Reyes”. Fechas que ponen a prueba a quienes deseamos controlar el peso, pues, aunado a las comilonas, debemos enfrentar la seria amenaza del alcohol pero, ¡no te preocupes!, pese a que beber engorda, aquí te decimos cómo tomar alcohol sin subir de peso.
Cabe destacar que Según informe del Fondo Mundial para la Investigación de Cáncer (WCRF, por sus siglas en inglés), el alcohol es casi 10% del consumo total de calorías de un bebedor. Esto debido a que mientras el hígado trabaja para quemar el alcohol bebido, no procesa las grasas que el organismo precisa desechar.
Otro consejo: Antes de ingerir bebidas alcohólicas, consume alimentos con alto contenido de proteínas y grasa, para evitar que el alcohol se absorba rápido y, por lo tanto, podrás prevenir la resaca y sus malestares.
El aumento de peso al consumir sustancias etílicas depende de varios factores factores como ya se dijo antes, así que ahora a cuidarse y más aún en fiestas, reuniones, e.t.c.
