¿Por qué unos estudiantes sacan buenas notas y otros no?

Algunos responderán que se debe a las diferencias de inteligencia. Pero nos encontramos con chicos muy inteligentes que suspenden repetidamente, porque no dedican el tiempo necesario a sus tareas, o porque no tienen interés por el estudio o porque no saben estudiar. La inteligencia sola no garantiza el éxito en los estudios. Pero, ¿qué es estudiar? Para algunos alumnos la vida de estudiante consiste en estar matriculado en un colegio y asistir a unas clases. Pero estudiar es algo más, es aprender una serie de conocimientos ejercitando la inteligencia, la memoria la voluntad, la capacidad de análisis, de síntesis, de relación, etc.

El querer estudiar es tener el deseo y la determinación de adquirir unos conocimientos. Hay estudiantes que con una inteligencia normal consiguen buenos resultados a base de esfuerzo personal y dedicar el tiempo necesario. Tan importante o más que la inteligencia es la motivación o el querer estudiar.. Muchos alumnos fracasan no por falta de inteligencia sino por desinterés, por apatía, por dejar el trabajo para el último momento, es decir, por falta de motivación. El saber estudiar es el tercer factor importante para alcanzar buenos rendimientos.

Podemos hacer poco para mejorar la inteligencia, pero sí podemos mejorar la motivación y sobre todo las técnicas de estudio. Hay unas técnicas generales que han sido contrastadas por la experiencia o por los conocimientos teóricos y experimentales de la Pedagogía y la Psicología.

Algunos chicos suelen objetar que ya tienen su sistema de estudio y no necesitan otro. A veces comparo la actividad del estudio con la forma de escribir a máquina. Podemos distinguir dos formas básicas de hacer esta actividad: escribir con un dedo de cada mano y mirando al teclado y escribiendo con todos los dedos y sin mirar a las teclas. En la primera forma se escribe sin método, con mucho movimiento de las manos y bajo número de pulsaciones por minuto. El que escribe con todos los dedos aprendió con método, sus pulsaciones son mucho más altas y es probable que supere al anterior en cualquier oposición a la que se presenten. Lo mismo ocurre con el estudio: se puede estudiar con un sistema personal o siguiendo unas técnicas de estudio que han sido experimentadas y con una validez contrastada en muchos estudiantes.

El objetivo de estos cursos es conocer las técnicas y llevarlas a la práctica para estudiar con eficacia y conseguir la necesaria autonomía personal en el estudio.
En estos cursos se suelen tratar estos temas:

1. Elaboración de un horario de trabajo semanal o diario. Este horario debe ser sobre todo factible, estar adaptado a las circunstancias cambiantes y cumplirse de forma más o menos regular.

2. Lectura comprensiva del texto. Nunca se debe aprender de memoria algo que no se comprende perfectamente. Para ello habrá que leer atentamente el texto las veces necesarias hasta conseguir un nivel de comprensión satisfactorio. Si no se entiende alguna palabra, acudir al diccionario.

3. Subrayado de las ideas más importantes. Se marcarán con color rojo, azul, lápiz, rotulador o marcador fluorescente las palabras clave o las frases más significativas de las ideas principales del texto.

4. Esquemas. Una vez subrayadas las ideas principales es necesario organizarlas mediante el resumen, el esquema (numérico o mixto) o el cuadro sinóptico. Es conveniente que el estudiante sepa hacer con soltura estas formas de estructurar las ideas principales, y más tarde le será de gran ayuda a la hora de retener y recuperar la información.

5. Memorización. En esta fase hay que retener el esquema, resumen o cuadro sinóptico que se ha hecho de la lección. Para comprobarlo tapar el texto y repetirlo las veces necesarias hasta que se domine perfectamente. Se trata de retener las ideas no las mismas palabras. Conviene hacer varios repasos antes del examen.
6. Preparación de exámenes. Además de memorizar las ideas hay que saber expresarlas tanto de forma oral como escrita. En los exámenes conviene seguir estas indicaciones: leer con atención las preguntas, elaborar un pequeño esquema de uso personal, procurar contestar con frases bien construidas, usar todo el tiempo disponible y emplear el que sobre en repasar la ortografía.

Para aprender a estudiar no basta con conocer las técnicas descritas y otras que se relacionan en los cursos, es necesario ponerlas en práctica diariamente en todas las asignaturas posibles hasta conseguir el hábito de aplicarlas con naturalidad.

La combinación de teoría y práctica hará que mejore el rendimiento escolar.