El Papa convoca a rezar por crisis ecológica mundial

El Papa Francisco convocó a todo el mundo a una jornada de oración que contribuya a superar la crisis ecológica que padece el planeta y anticipó que el p róximo 1 de septiembre pres idirá una ceremonia con este motivo.
«En comunión de oración con nuestros hermanos ortodoxos y con todas las personas de buena voluntad queremos ofrecer nuestra contribución a la superación de la crisis ecológica que la humanidad está viviendo», indicó.
Francisco lanzó la convocatoria al final de la audiencia pública semanal número 100 de su pontificado, que presidió este miércoles en la Plaza de San Pedro del Vaticano ante más de 10 mil person as. Recordó que él mismo es tableció la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que la Iglesia u niversal celebrará -a partir de este año- todos los 1 de septiembre.
«En todo el mundo las varias realidades eclesiásticas locales han programado op ortunas iniciativas para hacer tal Jornada un momento fuerte en vista de la asunción de estilos de vida coherent es», señaló.
«Con los obispos, sacerd otes, las personas consagradas y los fieles laicos de la Curia romana, nos encontraremos en la Basílica de San Pedro a las 17:00 para la liturgia de la palabra, a la cual de sde ahora invito a participar a los romanos, los peregrinos y cuantos lo desean», añadió.
Antes, durante su catequesis semanal, el líder católico reflexionó sobre la vida en familia y aseguró que los padres saben descifrar la ecuación que ni los máximos matemáticos han podido: «en un día de 24 horas pueden hacer cosas de 48 horas».
Por eso sostuvo que debería concedérsele el premio Nobel a los padres que encuentran tiempo para los hijos. «El tiempo de la familia, lo sabemos bien, es un tiempo complicado, lleno de gente, ocupado, preocupado no ba sta nunca, hay siempre tanta s cosas que hacer. Quien tiene familia aprende temprano a resolver una ecuación que ni los grandes matemáticos saben resolver», dijo.
«Hay mamás y papás que de 24 horas hacen 48. No se como lo hacen, pero se mueven y lo hacen. ¡Hay tanto trabajo en la familia!», insistió.
Entonces reconoció que es bueno rezar cuando se tiene una dificultad y tratar de agradarle a Dios, pero pidió ir más allá y «querer al señor», cuestionando a todos si Dios les conmueve, les sorprende o los enternece.
Advirtió que si no hay «afecto» cuando se reza, los fieles pueden multiplicar las palabr as «como los paganos» o exhi bir los ritos «como los farise os».
«Un corazón donde ha bita el afecto por Dios transforma en oración incluso un pensamiento sin palabras, o una invocación delante de una im agen sagrada.
o un beso ma ndado hacia la iglesia», ponderó.