Vester Lee Flanagan, el asesino de la conductora Allison Parker y el camarógrafo Adam Ward, pudo haber planeado el homicidio de sus ex colegas periodistas desde semanas atrás.
De acuerdo con el portal de noticias, ABC News, un hombre que decía ser Bryce Williams llamó hace días en repetidas ocasiones señalando que quería informar de una noticia y necesitaba la información del número de fax.
Dos horas antes del tiroteo de las 6:45 a.m., el hombre envió a la redacción un fax de 23 páginas que era parte manifiesto yparte nota suicida en la que se describía como un hombre homosexual negro que había sido maltratado por personas de todas las razas.
En el documento, el autor del mismo señala que compró el arma dos días después de que nueve personas de raza negrafueran asesinadas en una iglesia de Charleston el 17 de junio.
Vester Lee Flanagan decía que ra «un polvorín humano» que sólo «esperaba para explotar»
El fax también expresaba suadmiración por los autores de los homicidios masivos en lugares comoVirginia Tech y la escuela secundaria Columbine, en Colorado.
Se describió a sí mismo como «un polvorín humano» que sólo «esperaba para explotar».
Parker y Ward eran mancuerna regularmente, generando noticias para el programa «Mornin» de la estación, con temas diversos, desde hechos actuales hasta reportajes sobre abuso infantil. Su segmento en vivo del miércoles era algo común: Entrevistaban a una funcionaria local en un centro comercial con respecto al tema del turismo cuando se registró el ataque.
Mientras Parker gritaba y Ward caía, la cámara de Ward se mantuvo grabando, capturando la imagen del sospechoso apuntando el arma.
WDBJ rápidamente hizo un corte al estudio, donde la conductora, evidentemente sorprendida, le dijo a los televidentes: «Bien, no estamos muy seguros de lo que acaba de suceder».
Parker y Ward murieron en el lugar. La entrevistada, Vicki Gardner, también resultó herida, pero salió de cirugía en condición estable.
Flanagan, de 41 años y quien fuera despedido de WDBJ en 2013, fue descrito por el presidente de la televisora y gerente general, Jeffrey Marks como «un tipo desdichado» y «con el que era difícil trabajar», siempre «a la espera de que alguien dijera algo con lo cual sentirse ofendido