Deller desmonta el pop británico en el Muac

La muestra «El ideal infinitamente variable de lo popular», revisión panorámica del artista londinense, trae por primera vez a México el trabajo del ganador del Premio Turner 2004

Esta imagen, desplegada como un grafiti mural, enmarca en México el documental de Jeremy Deller (Londres, 1966) sobre este personaje, mismo que presenta, con otras piezas y proyectos, en su exposición El ideal infinitamente variable de lo popular, en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC).

Para el ganador del Premio Turner 2004, Adrian Street representa un momento crucial de la historia británica al ser un puente entre el pasado industrial y la sociedad posindustrial, donde el entretenimiento y la producción de servicios cobraron más importancia que el trabajo manufacturero.

Adrian Street es un luchador que aún está vivo y tiene una vida notable. Él trabajó en una mina cuando era muy joven y luego se convirtió en luchador. Se fue a Londres, luego a Estados Unidos e incluso visitó México para pelear. Tuvo que reinventarse para enfrentar lo que quedaba del siglo XX”, explicó Deller en entrevista.

Cada vez que Deller exhibe el filme Tantas maneras de hacerte daño (Vida y obra de Adrian Street) (2010) busca a artistas locales que interpreten al personaje para crear una pintura de grandes dimensiones que lo acompañe.

En México encontramos a Yuka, un artista de grafiti que propuso pintarlo como un superhéroe mitológico al lado de un indígena originario”, dijo.

Además de esta videoinstalación, en la muestra también se presentan fragmentos de Magia Inglesa (2013), el proyecto que concibió para el Pabellón Británico de la 55 Bienal de Venecia; La batalla de Orgreave (2001); I love Melancholy (1993); La historia del mundo (1997); y un cuerpo de obra más extenso que va desde sus primeras producciones hasta piezas más recientes.

La exposición se articula a partir de tres núcleos temáticos: Ellos te joden…, una selección de su obra temprana caracterizada por el humor; Historias de minero, donde explora la cultura obrera en Inglaterra; y Un artista del pueblo, donde se aproxima hacia diversas nociones de lo popular.

Al apropiarse de símbolos, iconos, objetos y modos de circulación de la cultura popular, Deller muestra cómo se contaminan las estéticas y modos de circulación 
de la alta y baja cultura.

Curada por Ferran Barenblit, Cuauhtémoc Medina y Amanda de la Garza, ésta es la primera exposición individual del artista británico presentada en ciudades de habla hispana y busca hacer una revisión de sus principales líneas de trabajo más que ver su producción completa en retrospectiva.

Tras su paso por el Centro de Arte Dos de Mayo de Madrid, España, y luego de ser exhibida en el MUAC, la muestra, coproducida con el British Council, también podrá verse en Fundación PROA de Buenos Aires, Argentina.

El sábado 22 de agosto a las 12 horas se realizará una conversación con el artista en el auditorio del MUAC acompañado por los curadores. La entrada será libre y el cupo limitado.

EL ARTE POP ES POLÍTICO

En 1986, Jeremy Deller conoció a Andy Warhol en una galería de Londres. Deller apenas contaba con 20 años y Warhol moriría un año después. Ese acontecimiento, para Cuauhtémoc Medina, curador en jefe del MUAC, marcó la producción del artista londinense.

Es indudable que Jeremy Deller tiene que ver con la historia del pop de alguna manera. La anécdota de que conoció a Andy Warhol cuando era un adolescente lo situó en su perspectiva de hacer arte.

“No sólo es producto del rompimiento de la cultura con la música popular de masas, el rock y la fábrica de Warhol, también surge como una oposición crítica al fenómeno de los Young British Artists en los noventa (cuyo personaje más mediático es Damien Hirst).

“Mucho de su trabajo ha consistido en demostrar que puede haber una manera de movilizar el neopop de una manera que pueda tener una interacción con la historia, socialmente crítica y que consistiera en darle al pueblo algún lugar en el pop”, explicó Medina.

Deller, en un acto autorreflexivo, piensa su papel en el arte pop en este mismo sentido. “El arte pop es político. Yo bromeo con mi pieza de la Batalla de Orgreave: digo que es mi Stairway to Heaven. Yo sé que cuando muera seré recordado por esa obra. Pero está bien”.