Es sabido que en los jóvenes está el futuro de San Luis Potosí, razón por la que se hace imprescindible conocer tanto la realidad como las problemáticas que viven estas generaciones. Un panorama que a ojos del regidor Jalil Chalita Zarur, necesita ser atendiendo con urgencia.
En el marco de la celebración del Día Internacional de la Juventud, Chalita Zarur retrató la situación que vive este importante sector que representa el 35% de la población.
“ Cerca de siete millones ni estudia ni trabaja, 65% está desempleado, uno de cada tres vive en situación de pobreza, 220 mil jóvenes dejan el país anualmente y seis millones están involucrados con el narcotráfico”.
Cifras, dijo, que revelan la urgencia de doblegar esfuerzos para atender las problemáticas que más afectan a los jóvenes, así como también invertir recursos para difundir los derechos de estos grupos poblacionales de manera que tengan los conocimientos necesarios tanto para demandarlos como para ejercerlos.
“Los jóvenes en México carecen, en gran medida, de oportunidades de educación, salud, empleo y participación social. San Luis Potosí y México requieren políticas públicas que los consideren sujetos de derecho, capaces de elegir y expresar sus necesidades e involucrarlos en las soluciones de sus problemáticas,” expuso el reconocido político.
Expresó que urge imple-mentar estrategias de atención específicas, basadas en un enfoque de respeto a su integridad que involucren a funcionarios de todos los niveles y a las comunidades, para evitar que ser joven sea sinónimo de problemas, drogas, violencia y delincuencia.
“Como sociedad, al no ofrecerles oportunidades suficientes de empleo y educación, no les brindamos las herramientas que les permitan decidir sobre su futuro. El reto que enfrenta el Estado es incorporarlos a las instituciones educativas y al mercado laboral”, subrayó.
Además, siete millones 337 mil personas entre 15 y 20 años ni estudian ni trabajan. En este contexto, crece la informalidad y el crimen organizado se convierte en una alternativa. Ante la falta de empleos y de acceso a la educación, toman otras rutas.
Esto no significa que todos los que están en situación de carencia opten por delinquir; si eso ocurriera, en el sureste, la región de México con un mayor porcentaje de población entre 15 y 29 años en situación de pobreza extrema, se registraría el mayor número de jóvenes involucrados en actividades ilícitas, explicó.
Hay miles de adolescentes que se convierten en padres a temprana edad, otros tantos que abandonan la escuela —principalmente en el tránsito entre la secundaria y el bachillerato— y también están los que deben incorporarse al mundo laboral antes de concluir la educación básica.
Para finalizar, indicó que incluir a los jóvenes en las decisiones que los atañen es la mejor forma de acercarnos, romper imágenes negativas respecto a ellos y construir soluciones en conjunto.
“De elegir otras alternativas, la solución de sus problemas tendrá un panorama poco optimista”, concluyó.