Datos recabados por el Journal of Agricultural and Food Chemistry comprueban que la cerveza contiene antioxidantes que son importantes aliados para defender al cuerpo de la inflamación y enfermedades crónicas.
Anti-inflamatorias, anti-oxidativas, anti-cancerígenas y anti-ostoporeóticas. Pero además:
1. Previene problemas del corazón: De acuerdo a un estudio reciente de la Clínica Mayo (2014), si se toma con moderación, disminuye la posibilidad de desarrollar enfermedades cardiacas.
2. Fortalece los huesos: De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad de Cambridge en 2011, la cerveza contiene un gran índice de silicio, un nutriente que ayuda a fortalecer los huesos.
3. Es diurética: Los diuréticos ayudan a eliminar sales y líquidos retenidos del cuerpo y disminuyen la cantidad de fluidos que están en la sangre y en los vasos sanguíneos, disminuyendo a la vez la presión en las arterias.
4. Inhibe agentes cancerígenos: Los lúpulos usualmente utilizados en el proceso de fermentación de la cerveza contienen un compuesto llamado xanthohumol que se utiliza en tratamientos de prevención contra el cáncer. Un estudio publicado en la revista Molecular Cancer Therapeutics afirma que “el xanthohumol tiene un excepcional espectro de mecanismos que inhiben el inicio, desarrollo y progreso de los agentes cancerígenos”.
5. Te hace ver más guapo o guapa: Tiene un alto contenido de Vitamina B, un poderoso antioxidante que ayuda a mantener la belleza natural de la piel y los ojos.
6. Disminuye el riesgo de diabetes: Un estudio publicado por la Asociación Americana de Diabetes encontró que las personas que toman cerveza moderadamente tienen alrededor del 30% menos posibilidad de contraer diabetes tipo dos.
7. Previene derrames: Un estudio realizado por Harvard Medical School demuestra que tomar cerveza con moderación ayuda a prevenir derrames isquémicos y disminuye la coagulación de la sangre.
Además, es baja en sodio, elemento que en exceso provoca este tipo de padecimientos.
8. ¡No existe la «panza chelera»!: Los investigadores del University College of London y el Institut Klinicke a Experimentalni Mediciny en Praga concluyeron, en 2003, que las personas que beben cerveza de forma regular y moderada no tienen la famosa panza chelera.
