Es muy probable que se haya topado con ellos en el supermercado y no les haya tomado el más mínimo aprecio, lo cual es justificable ya que poca gente conoce su existencia. Quizá los haya probado en una ensalada, o como parte de un postre de frutos secos y tampoco haya reparado siquiera en su nombre. Hablamos del arándano, fruto que hoy está “de moda” gracias a sus atributos nutricionales, los cuales repercuten directamente en la salud de nuestro organismo.
Esta baya de color rojizo o negro azulado es originaria de Asia y Europa, y se puede ver en estado silvestre a las orillas de los caminos. Crece en terrenos húmedos y en algunos casos se pueden encontrar a 1,500 metros de altitud.
En los últimos años, el arándano se empezó a cultivar en forma organizada en muchas partes del mundo, como Argentina, Nueva Zelanda, Australia, España, Francia y Holanda, entre otros. Sin embargo, los reyes a nivel internacional son Estados Unidos y Canadá, países que abarcan 90% de la producción total.
Ana María González García, licenciada en nutrición por la Universidad Iberoamericana, en la Ciudad de México, explica que el arándano tiene doble poder. “El primero se refiere a su capacidad antia-dherente, ya que sus compuestos contienen proanto-acianidinas (PAC’s), las cuales impiden que las bacterias se adhieran al tracto gastrointestinal y proliferen; el segundo es su poder antioxidante que protege al corazón, por lo que consumir este fruto es buena medida de prevención”.
Algo determinante a favor de este alimento, relativamente nuevo para el consumidor mexicano, es que supera por mucho la cantidad de PAC’s que tienen otros frutos. Así, enfatiza la especialista, el arándano posee 400 miligramos de PAC’s por gramo, mientras que la uva, por ejemplo, no llega a los 100 en idéntica porción.
Justo al blanco
El Dr. Joseph Vinson, de la Universidad de Scranton, en Pensilvania, Estados Unidos, ha realizado una serie de estudios en torno al arándano y sus beneficios en la salud humana. Sus conclusiones son optimistas,
