A pesar de que una intensa lluvia se presentó una hora antes de cantarse el «Playball», los acérrimos fans al «Rey de los Deportes» no desistieron y abarrotaron las tribunas del Estadio Fray Nano para el segundo de la Serie entre Diablos Rojos del México y Tigres de Quintana Roo.
Una marea roja inundó las calles aledañas a la Ciudad Deportiva; sin piedad, “Tláloc” dejó caer toda su «furia pluvial» pero no apagó el infierno que se avecinaba en la casa de los «Pingos», los Diablos buscan desquitar la derrota de ayer. Japhet Amador calentaba mientras un grupo de asistentes secaba alrededor del «Diamante» y pintaba el cuadro de bateo. Los Diablos están heridos, ayer fueron masacrados al recibir 20 hits cortesía de la ofensiva felina.
Hay rivalidad de cinco décadas, los Tigres emigraron hace 14 años de la Ciudad de México y sus fans son fieles hasta la muerte.
A pesar del «odio deportivo», felinos y «Pingos» conviven con unos tacos de cochinita como mediador.
Una vez más, los cinco mil asientos del Fray Nano fueron abarrotados; una «Guerra Civil» entre porras infernales y bengalíes se daban con todo en las butacas especiales.
La lluvia desapareció, los impermeables se guardaron y el segundo de la Serie dio inició.
Jorge Cantú en tono «Bronco» sentenció ayer que no estaban satisfechos a pesar de la paliza de Tigres propinada ayer por 12-6 ante Diablos, quieren revancha, desean retornar la barrida que sufrieron hace dos meses por el acérrimo enemigo en Quintana Roo.
