Emilia Clarke ruda y en acción

Su intervención en Game of Thrones, con el papel de Daenerys Targaryen, ha estremecido y emocionado a la audiencia. La quinta temporada ha concluido dejando en la zozobra al espectador: como reina de los dragones prepara un ejército para recobrar el trono que le pertenece; las redes sociales se colapsaron.
“El final fue extremo. El dolor impregnado, no lo podía creer. Cuando leí el guión yo misma decía, ¿me estás dejando, nos estás abandonando? No tenía idea de qué estaba pasando”, comentó Emilia Clarke sobre la respuesta del público.
Ahora la británica enfrenta un nuevo reto: Terminator: Génesis, cinta en la que personifica a un icono de la acción y ciencia ficción: Sarah Connor, papel que convirtió a Linda Hamilton en un referente del género.
Ésta es la tercera vez que alguien encarna dicho rol.
“Me sentí aterrada al principio, debo admitirlo.
Fue en cuanto a la preparación para el personaje, que es lo que pasa en cada película, pero hay algo adorable, un día antes del rodaje estaba petrificada, pero una vez que llegué me di cuenta de que en realidad todos ahí son adorables”.
El público aún recuerda lo frágil que era Hamilton en Terminator (1984), pero al interpretar a Sarah en Terminator 2: el juicio final (1991) dio un giro de 180 grados, en la que se mostró salvaje, desquiciada, paranoica y musculosa. Por ello, Clarke quiso darle un toque especial al rol, para así alejarse de lo hecho por quien fuera protagonista de la serie La bella y la bestia (1987).
“El propósito con Sarah Connor era hacerla ruda y humana, lo cual creo que es un aspecto realmente importante. Cuando se me dio el papel quería marcar una diferencia entre lo que he hecho yo y lo que hizo Linda Hamilton.
Ahora ves más sentido del humor en ciertos momentos, a través de sus ojos puedes denotar cierta relación de padre e hija”, subrayó.
“En efecto el personaje que creamos para esta Sarah Connor es muy diferente. Mejor dicho, las circunstancias en las que está son muy diferentes a lo que Linda (Hamilton) y (el director) James Cameron hicieron”, explicó.
Frágil, pero al mismo tiempo indómita, así se ve Clarke en Terminator: Génesis, aunque sin duda alguna destaca su físico (aparece semidesnuda), además tuvo un arduo entrenamiento con el manejo de armas.
“Hay muchos requerimientos físicos que Sarah necesita y que no tenía.
Así que fueron un par de meses brillantes aprendiendo a utilizar pistolas, pretender que lo he hecho por diez años.
Las armas son muy pesadas, así que tuve que ser entrenada, tuvimos que dejar asentadas todas esas habilidades. Fue brillante, porque en cierto sentido es una gran habilidad para aprender para llegar al modo de ser de Sarah.
Finalmente, la ojiazul externó que trabajar junto a Arnold Schwarzenegger es un sueño hecho realidad.
“Fue algo bastante surreal, es increíblemente simbólico.
Había cierto miedo y temor en la preparación para ese primer encuentro, pero se mostró como es; una vez que entró por primera vez al cuarto fue sencillo, relajado, cómodo en su propia piel y eso te lleva a que estés cómoda”, puntualizó.