Combatientes kurdos sirios dijeron este sábado que lograron asegurar por completo la localidad deKobani, junto a la frontera con Turquía, matando a más de 60 militantes de Estado Islámico, dos días después de una incursión del grupo radical.
Más al este, el EI presionó con otro ataque contra zonas controladas por el Gobierno en la ciudad de Hasaka, enfrentándose al Ejército sirio y generando un llamado gubernamental para que los residentes tomen las armas.
«La gente de la gobernación y sus alrededores sigue uniéndose al Ejército Árabe de Siria en su combate contra el terror» , dijo la televisión estatal en un boletín el sábado, con imágenes de archivo de soldados con un elevado fondo musical.
El gobernador de Hasaka describió la situación como «buena» , pero también pidió a sus residentes que defiendan el lugar en un llamado telefónico a la televisión estatal.
El doble asalto contra Kobani y Hasaka se produjo tras dos semanas de derrotas del EI a manos de las fuerzas lideradas por los kurdos, apoyados por ataques aéreos de la coalición encabezada por Estados Unidos.
Redur Xelil, portavoz de la milicia kurda YPG, dijo que Kobani está en calma y que sus fuerzas están peinando la ciudad en busca de combatientes del EI escondidos.
El YPG destruyó un edificio escolar usado por el EI en la localidad más temprano el sábado, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, grupo que sigue el conflicto bélico.
Las columnas de humo se podían ver desde la parte turca de la frontera.
El Observatorio dijo que un bombardeo aéreo liderado por Estados Unidos acabó con la vida de al menos 18 combatientes del EI cerca de Kobani.
Las fuerzas del grupo radical mataron a unos 200 civiles desde el asalto que comenzó el jueves, señaló el Observatorio, que lo describió como una de las mayores matanzas cometidas por el grupo en Siria.
En el noreste del país, las fuerzas kurdas y el Ejército libraron combates distintos contra el EI alrededor de la ciudad de Hasaka durante la noche.
Estado Islámico lanzó el jueves su ofensiva contra las zonas controladas por el Gobierno en Hasaka.
«Queremos garantizar a la gente en la gobernación (…) que Hasaka está bien» , dijo el gobernador, Mohammad Zaal al-Ali, a la televisión estatal, haciéndose eco igualmente para que los ciudadanos defiendan sus hogares junto al Ejército.
