Enviado de la ONU para Yemen condena ataque en Saná

El enviado especial de la ONU para Yemen, Ismail Uld Sheij Ah med, condenó hoy de forma tajante los atentados terroristas ocurridos en Saná este miércoles y lamentó profundamente las víctimas civiles.
Al menos cuatro personas murieron el miércoles y cincuenta resultaron heridas en una serie de ataques con coches bomba que se produjeron en Saná, y de los que se responsabilizó la filial yemení del grupo yihadista Estado Islámico (EI).
En un comunicado distribuido hoy, Uld Sheij Ahmed transmite sus condolencias a las familias y a los amigos de los muertos y heridos «de estos despreciables actos».
«Estos actos criminales no se pueden justificar bajo ninguna circunstancia, y hago un llamamiento para que los responsables asuman sus responsabilidad».
El enviado especial hizo un llamamiento a todas las partes, incluyendo los líderes políticos, religiosos, militares y comunitarios, para que hagan todo lo necesario para evitar los ataques contra centros religiosos y otras instituciones civiles.
Finalmente, el mediador pidió a todas las partes que participen activa y positivamente en las consultas para lograr un diálogo de paz que esta semana tienen lugar en Ginebra.Uld Sheij Admed se ha reunido en los últimos tres días tanto con la delegación hutí, como con la enviada por el presidente de Yemen, Abdo Rabu Mansur Hadi, exiliado en Arabia Saudí, para intentar lograr que acepten sentarse en la misma mesa a dialogar.
Algo que por ahora no ha ocurrido, entre otras cosas, porque la delegación hutí, compuesta por 22 integrantes, no quiere reducirse a un máximo de diez personas, incluyendo tres consejeros, tal y como exige la ONU.
La delegación gubernamental sí cumple este criterio y ha acusado a los hutíes de falta de voluntad de dialogar.
Según el recuento de la ONU, las hostilidades han causado más de 2.600 muertos, la mitad de ellos civiles, además de un millón de desplazados internos, y 20 de los 25 millones de yemeníes necesitan asistencia para sobrevivir.Un total de 74 yihadistas fallecieron en operaciones militares del Gobierno cerca de Bagdad y en otras provincias del país.