Con su arte sana heridas de guerra

Una forma distinta de ver la historia y de sanar las heridas de guerra, aún cuando ya han pasado muchos años, es el trabajo de la fotógrafa e investigadora Oweena Fogarty, quien actualmente expone en el Museo de Artes Gráficas.
Con motivo de la celebración del certamen nacional “Foto Coahuila 2015”, Fogarty fue invitada para montar su exposición “Zonas de Contención: Espectros Desde 1846 al Presente”, resultado de un trabajo de documentación realizado en México e Irlanda.
La artista australiana ha trabajado desde el año 2010 en la captura de imágenes donde están presentes las huellas de la guerra entre Estados Unidos y México, es decir, restos de los que sucedió a mediados del siglo XIX.
Debido a su ascendencia irlandesa, ella se ha interesado en la historia del célebre Batallón de San Patricio y su capitán John Riley, quienes desertaron del ejército estadounidense para brindar su apoyo a México en aquel conflicto.
Ella segura que parte importante de su trabajo ha sido el reconocimiento de espacios energéticos y con una alta carga simbólica.
Eso la llevó a estar junto a investigadores en sitios donde se llevaron a cabo famosas batallas, como el caso de La Angostura (1847), cerca de Saltillo, y la Playa Collado (hoy Villa del Mar) en Veracruz, donde desembarcaron tropas norteamericanas ese mismo año.
Su aventura también la llevó a explorar los viejos cementerios de la costa oeste de Irlanda, lugar de donde era originario John Riley.
Ella retrató algunas reliquias encontradas junto a elementos o personajes actuales, de tal forma que contrasta el pasado con el presente.
“La resignificación histórica a través del arte permite reparar en el papel que juegan las imágenes sobre el conocimiento de la historia, así como el arte busca alternativas para develar aspectos que se escapan de las formas tradicionales de la historiografía”, explicó.
A diferencia de los historiadores que trabajan con fuentes fidedignas de información, los artistas lo hacen desde la intuición, sin necesidad de hacer hipótesis para comprobar científicamente.
Ella se considera una trabajadora del arte que, a través de las formas, llega a cierta frecuencia mental para hacer reflexionar a las personas.
“El arte te abre a preguntas e indagatorias, pero sobre todo a uno de los elementos más valiosos de la condición humana, que es el misterio de llegar a las aguas profundas de tu propia conciencia individual”, concluyó.
El Museo de Artes Gráficas se encuentra en Xicoténcatl 624 (Frente al Museo Taurino), en el centro de Saltillo.