El Papa lamenta que excluidos sean desechos de la sociedad

El Papa Francisco lamentó que en la sociedad actual los excluidos ya ni siquiera sean explotados sino desechados y se conviertan en «sobrantes» marginados de todo sistema, en un mensaje ante a la asamblea de Caritas Internacional, que inició hoy.

«Lamentablemente hoy se tiende a considerar al ser humano como bien de consumo, que se puede usar y luego tirar. Hemos comenzado a vivir la cultura del descarte, que además se promueve. No sólo se vive», sostuvo en su videomensaje a Caritas Internacional, que reúne a más de 300 representantes de organizaciones caritativas católicas del mundo.

Ya no se trata, agregó, sólo del fenómeno de explotación y opresión, sino de algo nuevo, con la exclusión se afecta su misma raíz la pertenencia a la sociedad, «pues ya no se está en ella abajo, en la periferia o sin poder, sino que se está afuera, descartado, fuera de cualquier tipo de sistema».

La asamblea, que lleva por título «Una sola familia humana, cuidando la creación», se celebra en un residencia de Roma y cuenta entre sus oradores con el sacerdote dominico Gustavo Gutiérrez, conocido como el «padre» de la teología de la liberación.

En su discurso, que pronunció en español, el obispo de Roma constató que los agentes de Caritas «están en la calle», cuidando a los necesitados a través de sus obras de justicia y caridad.

Reconoció que «salir a la calle» puede «producir un accidente», pero estableció que quedarse encerrado enferma.

Por eso aseguró que prefiere una Iglesia «accidentada, herida y manchada», por salir a la calle, antes que una Iglesia «enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades».

«Ustedes son el motor de la Iglesia que organiza el amor, Caritas, para que todos los fieles trabajen juntos, respondiendo con obras concretas de misericordia», dijo el Papa.

«Ustedes son las mismas manos de Jesús en el mundo, su testimonio ayuda a cambiar el curso de la vida de muchas personas, de muchas familias y muchas comunidades, su testimonio puede cambiar el curso de su propio corazón», añadió.