Apoyar a las madres solteras y jefas de familia debe ser la prioridad de los 3 niveles de gobierno, pues son ellas quienes de manera especial requieren ayuda para sacar adelante a sus hijos y encauzarlos por el camino del estudio y del trabajo, indicó el regidor Jalil Chalita Zarur, durante el festival que organizó con motivo del Diez de Mayo.
En su emotivo mensaje, condenó el abandono en que se encuentra este importante sector de la sociedad, pilar fundamental de la familia, pues los tan anunciados
programas sociales a su favor quedan en el discurso, porque además de los innumerables trámites y condiciones que les exigen, el apoyo es raquítico.
“Les piden, por ejemplo, contar con piso de tierra, no haber terminado la primaria o que no estén afiliadas al IMSS o ISSTE y todo esto para entregarles 300 pesos mensuales. Es un insulto”, sentenció.
Chalita Zarur indicó que esta situación debe cambiar para bien. “Existen suficientes recursos públicos para que los gobernantes viajen como sultanes a otros países, acompañados de un enorme séquito de colaboradores ¿por qué no destinar ese dinero las madres solteras y sus hijos? Cuestionó.
Durante la ceremonia, el reconocido político entregó becas y recursos materiales a las asistentes y les expresó su reconocimiento por la difícil tarea de ser padre y madre al mismo tiempo.
“Por todas las mamás, particularmente, porque ustedes que son mamás trabajadoras, que sostienen a su familia o que están buscando cómo sostener a sus hijos, yo creo que hay que darles un aplauso de pie y doble aplauso para las mamás de niños con discapacidad, porque están en pie de lucha”, añadió. Asimismo, manifestó que a madre de hoy tiene un doble reto en la sociedad: «madre trabajadora», ya que no solamente se dedica a su trabajo en el cumplimiento de su deber, sino que adicional-mente está en el empeño de sacar su hogar, de sacar adelante a su familia.
«En mi caso, añadió Jalil Chalita, puedo decirles que mi mamá me enseñó, con su ejemplo diario, la importancia de la solidaridad con los demás, de servir a nuestro prójimo; de la responsabilidad para con la familia, con nuestra comunidad y Estado. Me preparó para desempe-ñarme con entrega y civilidad, con honradez en todas las actividades de mi vida. Yo le estaré, por ello, siempre agradecido.
“Esos valores y principios que recibí de mi madre, de mi familia, se reflejan hoy en la personalidad y el carácter humanista con que nos conducimos los hermanos Chalita Zarur”, concluyó.
