Raúl Castro y el Papa Francisco se reúnen en el Vaticano

En un clima cordial se desarrolló el domingo la audiencia privada en el Vaticano concedida por el papa Francisco al presidente cubano, Raúl Castro, que se extendió casi una hora. Ambos se dieron un largo apretón de manos al término del encuentro.
La visita está relacionada con el papel fundamental del pontífice en el histórico acercamiento entre Washington y La Habana, así como con la visita que realizará Francisco a la isla en septiembre en su viaje a Estados Unidos.
Tras la audiencia, el mandatario se declaró tan impresionado del papa que en conferencia de prensa dijo que seguramente «volveré a rezar y a la Iglesia».
«Él es un jesuita y yo, de alguna manera, también lo soy, siempre estuve en escuelas de jesuitas y conocí muy bien al sacerdote brasileño Frei Betto, teólogo de la teología de la liberación, y yo le decía: yo he escuchado más misas que tú», señaló.
Dedica el Papa un aplauso a todas las madres en su día
El Papa Francisco pidió espontáneamente hoy a más de 50 mil fieles congregados en la Plaza de San Pedro del Vaticano dedicarle un aplauso a todas las madres, al celebrarse hoy su día en varios países del mundo.
Al saludar a la multitud, tras dirigir la bendición dominical con el Regina Coeli (Reina del cielo), asomado a la ventana de su estudio privado del Vaticano.
Francisco recordó a las mamás, tanto las que están vivas como aquellas que «nos acompañan espiritualmente»
«Hoy, en tantos países se celebra el Día de la Madre: recordamos con gratitud y afecto a todas las mamás, confiándolas a la mamá de Jesús» , indicó el Papa, hablando en italiano.
«Ahora me dirijo a todas las madres que están aquí en la plaza. ¿Hay algunas? Un aplauso para ellas, para las mamás que están en la plaza» , añadió, saliéndose del discurso preparado.
Deseó que ese aplauso, levantado desde la plancha asfáltica, abrace a todas las «queridas madres» , las que viven físicamente pero también las que viven espiritualmente. «El señor las bendiga a todas y la Virgen, a la cual este mes está dedicado, las proteja» , insistió.
Antes de la oración, Francisco reflexionó sobre el pasaje bíblico en el cual Jesús pidió: «Amaos los unos a los otros como yo os he amado» .
Estableció que ese mandato demuestra que el amor a Dios va ligado al amor a los demás, amor que se da entre adultos y niños, cultos e ignorantes, ricos y pobres, justos y pecadores
«Esta palabra del señor nos llama a querernos los unos a los otros, aunque no siempre nos comprendamos, no siempre estemos de acuerdo» , aseguró.
Entonces instó a traducir ese amor con gestos pequeños, de todos los días, gestos de cercanía con el anciano, con el niño, con el enfermo, con la persona sola y con problemas, sin casa, sin trabajo, inmigrante, refugiada.
«Gracias a la fuerza de esta palabra de Cristo, cada uno de nosotros puede hacerse prójimo hacia el hermano y la hermana que encuentra. Gestos de cercanía, de proximidad, en estos gestos se manifiesta el amor que Cristo nos ha enseñado» , apuntó.