México inunda Venecia en la 56 Muestra Internacional de Arte de la Bienal

Un muro de metal de casi tres metros de alto recibe al visitante que cruza la entrada del Pabellón de México en la 56 Muestra Internacional de Arte de la Bienal de Venecia. La masiva estructura oculta a primera vista la obra Possessing Nature, de los artistas Tania Candiani y Luis Felipe Ortega, quienes crearon una escultura que posee un sistema hidráulico que lleva agua de la laguna a un espejo de agua instalado en el interior del recinto.
“Queremos ocultar para luego descubrir”, explica Candiani, quien está consciente que la historia que busca narrar su obra es una evocación poética que une la Ciudad de México con Venecia, pero al mismo tiempo una crítica a los procesos de desarrollo urbano que desde hace cinco siglos fueron drenando y secando los canales y ríos que comunicaban México-Tenochtitlan con sus alrededores, igual que en la actualidad se mantiene la circulación pluvial en la ciudad italiana.
“Cuando estábamos trabajando la pieza ya habían autorizado la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México”, recuerda Candiani, quien explica que dicha obra nuevamente se realizará mediante el drenado de lo que aún queda del Lago de Texcoco.
La artista muestra un cartel que se le entregará a todos los visitantes al pabellón, donde se ve la traza urbana que tenía Tenochtitlan a principios del siglo XVI, cuando todo se conectaba mediante ríos y canales. “De eso queremos hablar, de cómo la arrogancia de quien ha gobernado nuestro país ha marcado en México una pésima relación con los sistemas acuíferos”. Si se mira un mapa de la ciudad de Venecia, fácilmente se podrá ver una similitud, ya que se trata de una ciudad dentro de una laguna conectada por canales, igual que lo era hace 500 años la Ciudad de México.
“Ese diseño de canales se perdió por una errónea idea de progreso. El problema es que esa estructura se sigue repitiendo, porque para hacer el nuevo aeropuerto van a secar lo que queda del lago de Texcoco”, explica. La investigación que sustenta Possessing Nature, realizada por la curadora Karla Jasso, se ilustra brevemente a través de una serie de videos que se proyectan en el espejo de agua de la instalación, los cuales fueron filmados no sólo en los canales de Venecia, sino en los de Xochimilco y en los inmensos sistemas de drenajes que existen en la Ciudad de México, algunos que se conservan desde el porfiriato.
Para observar con claridad dichos videos, el diseño de la instalación contiene un mirador que se construyó en el fondo del pabellón, el cual también cierra esa relación dialéctica que mencionaba Candiani: Ocultar y descubrir.
El dibujo que traza la escultura a lo largo del recinto se vincula con la ciudad de Venecia a través de la propia historia del Pabellón de México dentro de la bienal durante la última década. Su caprichoso diseño, con escuadras y cortes muy pronunciados, reproduce el trayecto que se podría trazar si se recorriera las cuatro sedes que ha tenido el Pabellón de México a lo largo de la última década en la Bienal de Venecia.
Dicho trayecto adquirió relevancia cuando la curadora y los artistas se dieron cuenta que las diferentes sedes (Palazzo Soranzo Van Axel, Palazzo Rota Ivancich, Chiesa di San Lorenzo y Arsenale Sale d’Armi) albergaron en algún momento a los poderes económico, religioso y militar de la ciudad.
Vale señalar que los cambios de locación para la sede mexicana dentro de la Bienal en principio se debió a cuestiones azarosas vinculadas a la disponibilidad de los inmuebles, pero en la actualidad, para recibir a un mayor público, el Pabellón de México se ubica dentro del Arsenale, el corazón de la Bienal, donde se exhibe la muestra “Todos los futuros del mundo”, curada por el director de la presente edición, Okwui Enwezor.
Performance secreto
Sin previo aviso el performance Para invocar antiguos ríos se realiza en los canales de Venecia al tiempo que hoy se inaugura en el Arsenale la obra Possessing Nature, de Tania Candiani y Luis Felipe Ortega, en el Pabellón de México en la 56 Muestra Internacional de Arte de la Bienal de Venecia.
Recostado sobre una barca, el barítono Óscar Velázquez canta una pieza creada por la compositora mexicana Gabriela Ortiz, la cual va nombrando los ríos que desaparecieron para convertirse en calles o avenidas, mientras la barca circula por los canales menos turísticos de la ciudad, los cuales incluso no suelen tener vía peatonal. La pieza, que se creó como una invocación a aquella ciudad lacustre que alguna vez fue México Tenochtitlan, literalmente va en búsqueda de un público que azarosamente encuentra a su paso. Para los pocos que se han enterado del performace y lo han seguido, la experiencia resulta conmovedora, ya que da la posibilidad de ir en búsqueda de la obra, apoyados con el único indicio que proporciona la potente voz del cantante en medio de calles y canales no necesariamente están conectados, además de que ofrece la posibilidad de perderse y hallar nuevos sitios venecianos. Si bien el performance originalmente se convertiría en una pieza de video, de último momento se tomó la decisión de no realizar el registro y sólo se grabará el audio.