Muere la escritora inglesa Ruth Rendell

Londres

La prolífica autora de novelas policiales Ruth Rendell, conocida principalmente por su personaje el inspector Wexford, murió el sábado, informó su casa editorial Penguin Random House. Tenía 85 años.

Rendell sufrió un derrame en enero.

Era una de las novelistas más populares del género policial en Gran Bretaña, autora de decenas de libros, muchos bajo el seudónimo de Barbara Vine.

Rendell era miembro de la Cámara de los Lores y recibió muchos galardones a lo largo de su carrera. Sus libros del inspector Wexford dieron lugar a una serie de televisión de gran audiencia.

Sus primeras incursiones en la literatura fueron unas novelas «muy malas» que no se publicaron, dijo a The Associated Press en una entrevista en 2005.

Pero después descubrió que «el suspenso y una suerte de tensión y de misterio eran mis puntos fuertes» .

Una vez que encontró su camino, Rendell produjo una cantidad asombrosa de novelas: más de 60 en cuatro décadas, 20 de ellas protagonizadas por el inspector Wexford.

Sus novelas policiales de estructura clásica se caracterizaban por la indagación en la psicología de los personajes, gente en apariencia común, pero capaces de cometer crímenes horrendos.

«No creo que el mundo sea un lugar particularmente agradable» , dijo Rendell. «Por cierto que lo es para algunos. Pero es un lugar despiadado, y no creo ser cínica al decirlo» .

Fue nombrada a la Cámara de los Lores por el gobierno laborista de Tony Blair en 1997 y solía asistir a las sesiones vespertinas después de dedicar la mañana a escribir. Su título oficial era baronesa Rendell de Babergh.

Muchos lectores llegaron a sentir una fuerte identificación por el ficticio Wexford.

«Con un personaje como Wexford, mucha gente llega a considerarlo una persona real por la que sienten una gran afinidad» , dijo. «A lo largo de los años he recibido muchas cartas de mujeres que me han pedido que mate a su esposa porque están enamoradas y quisieran casarse con él» .

Pasaba horas paseando por Londres para absorber el paisaje urbano y las conversaciones. Era, además, aficionada a la ópera.

Su esposo, Donald Rendell, murió en 1999.