Proceso 4.99 muestra una perspectiva sobre las vivencias de personas que viven en situación de cárcel y los modos del sistema de procuración de justicia en México. Gracias al apoyo de la fundación RENACE y la compilación de testimonios, se fundamenta el surgimiento y el empuje para el desarrollo de este proyecto, con la preocupación por la desigualdad que se presenta ante las clases sociales y el poder económico.
Durante la realización colaborativa entre Juan José y Diego Eduardo, se enfocan en romper eslabones para evitar barreras de cuestión social, manejando temas «invisibles e intocables», como el cuestionamiento sobre estar en contra del sistema con el teatro como medio para una denuncia directa sobre la impunidad y la corrupción en este país.
El trabajo creativo detrás de esta puesta en escena se basa en una materia en crudo, fundamentada en experiencias, ensayos de improvisaciones, selección y depuración. Dándole voz al creador, se explota el aspecto creativo de las personas para incentivar a la sociedad para que se involucren en el teatro con la idea de que cualquiera puede hacer teatro, tan sólo con la intención de plantear y mostrar sus preocupaciones por algún tema.
En un escenario de tipo isabelino, invitan al espectador presenciar este proyecto para generar conciencia sobre su individualismo y la sociedad en la que viven, pues la libertad de poder ser se complica cuando se pretenden hacer cosas cuando se presentan obstáculos en la vida.
